Por Hermes Lavallén

En una conferencia del 5 de julio, un equipo de la Universidad de Kyoto y Kajima Construction Co. Ltd, un importante contratista general, dieron a conocer que realizaron una investigación en conjunto e idearon una instalación que genera artificialmente «gravedad» que es indispensable para la supervivencia y permitirá a los seres humanos vivir en la Luna y Marte en el futuro.

El viaje de regreso a la Luna está cada vez más cerca, mientras crece el interés por establecerse en Marte. Un obstáculo importante en el camino de la permanencia a largo plazo en estos cuerpos claramente es la gravedad. La propuesta de la Universidad de Kyoto y la Corporación Kajima es emocionante y prometedora.

La estructura lunar de 400 metros de altura giraría tres veces por minuto, generando una gravedad similar a la de la Tierra para sus habitantes.

El plan consta de tres elementos distintos, el primero de los cuales, llamado “The Glass”, tiene como objetivo llevar la gravedad simulada a la Luna y Marte a través de la fuerza centrífuga.

La gravedad en la Luna y Marte es aproximadamente el 16,5% y el 37,9% de la de la Tierra, respectivamente. Lunar Glass y Mars Glass podrían cerrar esa brecha; son conos giratorios masivos que utilizarán la fuerza centrífuga para simular los efectos de la gravedad de la Tierra. Estos conos giratorios tendrían un radio aproximado de 100 metros y una altura de 400 metros, y completarían una rotación cada 20 segundos, creando una experiencia de 1g para quienes estén dentro (siendo 1g la gravedad en la Tierra). Los investigadores apuntan a la segunda mitad del siglo XXI para la construcción de Lunar Glass, lo que parece irrazonablemente optimista dada la aparente experiencia tecnológica necesaria para lograrlo.

 

El segundo elemento del plan es el “complejo de bioma central” para “reubicar un ecosistema reducido en el espacio”, según el comunicado de prensa. El complejo del bioma central existiría dentro de la estructura Moon Glass/Mars Glass y es donde vivirían los exploradores humanos, según la propuesta. El elemento final de la propuesta es el “Hexagon Space Track”, o Hexatrack, una infraestructura de transporte de alta velocidad que podría conectar la Tierra, Marte y la Luna. Hexatrack requerirá al menos tres estaciones diferentes, una en la luna Fobos de Marte, una en la órbita de la Tierra y otra alrededor de la Luna (probablemente en la Lunar Gateway planeada por la NASA).

El futuro de la exploración espacial definitivamente incluirá estancias más largas en entornos de baja gravedad, ya sea en órbita o en la superficie de otros planetas y lo que sabemos hasta ahora es que el problema de las estancias prolongadas en el espacio pueden causar estragos en nuestra fisiología. Las Investigaciones recientes muestran que los astronautas pueden sufrir el equivalente a una década de pérdida ósea al pasar meses en el espacio y que sus huesos nunca vuelven a la normalidad.

Los investigadores de la Universidad de Kioto y la Corporación Kajima seguirán investigando y trabajando para lograrlo, aunque haya que esperar mucho tiempo para que sea factible, pero sin dudas es importante mostrar el concepto para Japón ya que puede obtener una ventaja en este campo en el futuro a medida que los países se vayan desarrollando como sociedades espaciales.