Dos santafesinos, infantes de Marina y veteranos de la Guerra de Malvinas soñaron una travesía: recorrer en bicicleta más de 20 localidades argentinas en un mes con la misión de honrar a los 649 héroes caídos en la guerra. Lo lograron: llegaron a destino el pasado domingo.

Salvador Manuel Ojeda de 65 años y Antonio Luis Peña de 55 son los infantes de Marina retirados, ambos veteranos de la Guerra de Malvinas que planearon y lograron realizar el trayecto de La Quiaca a Punta Alta en bicicleta.

Muchos murieron en combate; otros fuera del campo de batalla. Salvador y Antonio sobrevivieron, cada uno a su manera, ese momento triste de la historia argentina. Así lo expresó Salvador, quien tiene una prótesis en su pierna derecha desde la rodilla al pie por una voladura de mina.

Antonio asintiendo, recordó al detalle los 9 kilómetros que recorrió a pie desde la playa sobre la turba malvinense, en medio de la noche, hasta el cuartel británico en Puerto Argentino.

Como aquellos primeros días de abril de 1982, para Salvador y Antonio la travesía en bicicleta fue el compromiso de cumplir con un objetivo. “Los veteranos estamos vivos, somos ciudadanos útiles y podemos hacer muchas cosas”, coinciden. Durante la travesía llevaron una bandera como testimonio para difundir este mensaje.

Junto a ellos realizó el recorrido en bicicleta Luis Masson, de 53 años, quien se sumó al proyecto y aportó sus conocimientos profesionales en ciclismo, ya que él contaba con la experiencia de haber realizado aventuras similares.

Los tres tuvieron el apoyo de Juana, esposa de Salvador, y de Lucía y Nazareno Ojeda, sus hijos, quienes viajaron en un vehículo y se encargaron de la logística del viaje: refrigerios y comida, coordinación de hospedaje y estadía, estados del camino y del tiempo, entre otras cuestiones.

La travesía

Desafiando intensas temperaturas, tempestades, vientos fuertes y lluvias torrenciales, el viaje duró 28 días, menos de lo esperado. Transitaron exactamente 2.238 kilómetros desde La Quiaca (Jujuy) hasta Punta Alta (Buenos Aires) a una velocidad promedio de 40 km/h.

El tramo diario promedio fue de unos 70 kilómetros. “El más difícil fue de Loreto a Ojo de Agua en Santiago, tres horas bajo la lluvia, quedamos embarrados”, recuerdan. “Y el más rápido, de Jacinto Arauz a Bahía Blanca, más de 150 kilómetros porque ya teníamos ganas de llegar”, contaron, entre más de una anécdota.

Durante el viaje se encontraron con otros veteranos de los Centros de Salta, Tucumán y Santiago del Estero. Las personas los saludaban en las ciudades, les hacían guiño de luces en la ruta y también los siguieron por las redes sociales.

Desde La Quiaca, recorrieron Abra Pampa, Humahuaca, Volcán y Palpalá en Jujuy; la ciudad de Salta, Metán y Rosario de la Frontera; San Miguel de Tucumán; Termas de Río Hondo, Loreto, Ojo de Agua y Elena en Santiago del Estero; San Agustín, Vicuña Mackenna, Córdoba capital y Huinca Renancó; Castex, Santa Rosa y Jacinto Arauz en La Pampa; y Bahía Blanca antes de llegar al Centro de Veteranos y Caídos en Malvinas en la ciudad de Punta Alta.

Salvador Ojeda y Antonio Peña son santafesinos, dejaron su San Cristóbal y su Vera natal, respectivamente, para servir a la Armada hace más de 30 años.

El suboficial Peña se retiró hace poco como suboficial principal. En Malvinas integró la Patrulla de Comandos Anfibios que la noche del 1° de abril desembarcó en las Islas. Ojeda, en tanto, se retiró con la jerarquía de cabo principal y actualmente sigue su carrera como instructor de Práctica de Armas en la Escuela de Técnicas y Tácticas Navales.