Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. No obstante los paros cardiacos pueden revertirse, sobre todo si logramos verlos venir. Aproximadamente la mitad de los pacientes con infarto presentan síntomas de advertencia antes del incidente. Estos síntomas se suceden de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y detectar cualquier de ellos a tiempo es esencial para evitar que el infarto provoque un daño irreparable. En esté artículo le explicamos cómo detectar si está sufriendo un ataque al corazón y qué debe hacer de forma inmediata.
Para comenzar este artículo debemos definir qué es un infarto. Un infarto de miocardio es una patología que se caracteriza por la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria. Para que el corazón funcione correctamente la sangre debe circular a través de las arterias coronarias. Sin embargo, estas arterias pueden estrecharse dificultando la circulación.
Si el corazón se expone a un sobreesfuerzo pueden aparecer trastornos y formar un coágulo que, a su vez, puede tapar una arteria semiobstruida. Esta obstrucción, interrumpe el suministro de sangre a las fibras del músculo cardíaco. Al dejar de recibir sangre estas fibras mueren de forma irreversible. El infarto de miocardio ocurre cuando un coágulo de sangre (trombosis coronaria) obstruye una arteria estrechada.

Por lo general, esta patología se manifiesta cuando las personas alcanzan una edad media, afectando a hombre y mujeres de igual forma.
Pero, ¿cómo saber si estamos prontos a sufrir un ataque al corazón?
Siete millones de personas al año mueren en todo el mundo a causa de los infartos. Las enfermedades cardiovasculares son el mayor asesino en serie del planeta, sin embargo, no todo el mundo dispone de los conocimientos adecuados para saber qué hacer cuando este acontecimiento ocurre por sorpresa.
La probabilidad de sobrevivir a una parada cardíaca en la calle es del 5%, la falta de formación y el desconocimiento de los síntomas son las principales causas de este desalentados número.
Sin embargo, si estás consciente de lo que le está sucediendo a tu cuerpo y sabes cómo actuar puedes sobrevivir a un infarto, incluso estando solo.

Así se produce un infarto

5 señales que te advierten de un infarto

  • Fatiga y dificultades respiratorias: La disnea, o dificultad para respirar, aparece antes de numerosos infartos, particularmente entre las mujeres, y puede comenzar meses antes de que suframos un ataque al corazón. Normalmente está acompañada de una gran fatiga. Se trata de unos síntomas difíciles de asociar a un paro cardiaco, pero si nos encontramos exhaustos sin una causa aparente lo más inteligente es que acudamos prestos al servicio de urgencias.
  • Sudoración excesiva: Sudar más de lo habitual, aunque no estemos haciendo ejercicio, puede ser una señal de que nuestro corazón tiene un problema. El bombeo de sangre a través de arterias obstruidas requiere que nuestro corazón haga un esfuerzo mayor al habitual, la temperatura corporal aumenta debido a este esfuerzo y nuestro cuerpo suda para tratar de mantenerla a raya. Estos síntomas pueden aparecer días antes de un infarto: si notamos sudores fríos que no tienen una causa aparente, y la piel fría y húmeda, debemos ir al médico sin prensárnoslo dos veces.
  • Indigestión, nauseas y vómitos: En ocasiones los paros cardiacos vienen precedidos por problemas digestivos, que incluyen nauseas y vómitos. Estos son los síntomas más difíciles de asociar con un paro cardiaco, y lo más habitual es que no tengan nada que ver con éste, pero si tenemos un estómago de hierro y no hemos comido nada fuera de lo habitual, una indigestión repentina puede indicar que algo no va bien en nuestro corazón, y haríamos bien en acudir al médico.
  • Dolor en el pecho: Aunque no todos los infartos están precedidos de dolor en el pecho, este es el síntoma más frecuente y más fácilmente reconocible. El dolor torácico es, por lo general, prolongado –dura en torno a 15 minutos– y se percibe como una presión intensa en el pecho, que puede extenderse hasta la espalda, los brazos y los hombros, sobre todo en el lado izquierdo (zonas que pueden llegar a dolernos más que el propio pecho). El dolor puede no ser continuado: en numerosas ocasiones viene y va, pero el infarto llegará tarde o temprano. Tampoco todos los infartos están precedidos por un dolor de pecho de igual intensidad: puede dolernos poco y que, aún así, el paro cardiaco sea inminente. Ante este síntoma debemos avisar inmediatamente al servicio de urgencias.

Los diabéticos no sienten los infartos

¡Me duele el pecho… es un infarto! ¿Qué hago?

En muchas ocasiones el infarto no es tan súbito ni tan dramático como sucede en las películas. Algunas personas sienten nauseas o dificultades respiratorias (hiperventilación, sensación de ahogo, jadeos…). Los indicios suelen ser menos evidentes en el caso de las mujeres y los ancianos. En estos grupos, la debilidad y la sensación de cansancio pueden ser también una señal relevante. Piel fría, sudorosa y ligeramente azulada son tres indicadores que pueden estar señalando el problema.
Por desgracia, para muchos individuos, especialmente para aquellos que padecen diabetes y tienen más insesibilizados los nervios que transmiten el dolor, el ataque al corazón puede ser silente, sin síntomas aparentes.

Cómo actuar si está solo o asistiendo a alguien
Pasos a seguir ante un infarto

Si crees que alguien está sufriendo un infarto, como en cualquier accidente debemos tener en cuenta la así llamada «regla PAS»:

1. Protege a la víctima y (a quien la auxilia, si no eres tú) de los peligros del entorno: vehículos y personas que puedan estar pasando cerca, o cualquier otro riesgo que pueda afectar al enfermo y acabe empeorando aún más la situación. Sitúala en una posición en la que se encuentre cómoda y en la que no tenga que hacer esfuerzo.

2. Alerta: Llama al número de emergencia (103, 107, 101 o el 911; en caso de la Argentina) no solo activarás una emergencia, sino que en el caso de extrema gravedad los servicios te podrán guiar convenientemente.

3. Socorre: No dejes sola a la víctima hasta que lleguen los servicios de emergencia. No permitas que la persona realice ningún esfuerzo, como andar o subir escaleras. No le des comida ni bebida, ni la pongas nerviosa.

  • Si estas solo en casa: Lo primero que debes hacer es llamar al servicio de emergencia mientras esperas la llegada de una ambulancia, colócate en una posición comoda y afloja el cinturón, botones, etc. de tu ropa.
  • Si ha pasado algún tiempo y no llegado la ambulancia: Por desgracia, un infarto al corazón necesita una rápida respuesta, y si por cualquier motivo no podemos recibir ayuda de ningún tipo, no queda otra opción que actuar. En este caso aingiera media aspirina: el ácido acetilsalicílico reduce el espesor de la sangre, mientras la nitroglicerina abre las arterias e impide que el infarto empeore.
  • Si la víctima está inconsciente: Si la víctima está inconsciente, pero respira, colócala en la así llamada posición lateral de seguridad y controla que la actividad pulmonar se mantenga. En el caso de que no respire, la solución pasa por el uso de un desfibrilador de emergencia  o por la reanimación cardiopulmonar.