Por Alejandro Maidana

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué genética nos impulsa? Preguntas que hoy pueden encontrar una respuesta concreta gracias al consciente trabajo de médicos genetistas que se han agrupado en pos de evacuar esas dudas existenciales que suelen condicionarnos la vida.

“En lo particular me tocó de casualidad involucrarme en esto, si bien es muy amplio el campo de la genética, mientras estábamos desarrollando nuestro laboratorio abrimos esa puertita para el estudio de filiación. Cabe destacar que rápidamente se acercó mucha gente para poder conocer de sus relaciones más cercanas, que hasta ese momento eran una incógnita”, de esta manera iniciaría su charla con Conclusión Ramiro Colabianchi, un médico genetista que hoy sirve de guía para todos aquellos que persiguen recuperar la esencia máxima de un ser humano, su identidad.

Estudios ancestrales que se desarrollan en el exterior, impulsaron la inquietud de muchas personas en nuestro país. “En Argentina dichos estudios no han evolucionado, es por ello que somos nosotros los encargados de enviar las muestras, ya que un individuo por motus propio no puede hacerlo debido a los protocolos existentes”.

La búsqueda de la identidad, una necesidad que emerge desde el interior más profundo, “son muchas las razones que empujan a la búsqueda, cada caso es un mundo distinto. Todos y todas en algún momento de nuestras vidas nos hemos planteado quiénes somos y de dónde venimos. La duda puede surgir por un comentario, información o simplemente porque algo en nuestro interior nos moviliza, pero están aquellos a los que la duda se le confirmó gracias a algún comentario familiar o persona allegada”, relató Colabianchi.

Un largo recorrido que involucra a las adopciones, apropiaciones y distintas formas de mutar esa identidad que busca salir. “El no saber quiénes somos tiene diferentes aristas, la inicial es un Estado no presente en el momento de los nacimientos pero si en las adopciones, una partida de nacimiento fraguada es sinónimo de un Estado que no estuvo presente. A partir de eso comienza un camino de mentiras y ocultamiento, considero que eso sucedía porque no existían este tipo de estudios”.

La inexistencia de un revelador en esos tiempos, colaboraba en el camino del ocultamiento. La imposibilidad de contar con un estudio de ADN que nos clarifique nuestro camino, conspiró en que muchos vivieran una vida que no les pertenecía.

“Estimamos que en nuestro país a lo largo de la historia son 3 millones las personas que fueron apropiadas por otras. Invitamos a todas y todos los que tengan cualquier tipo de dudas en torno a su identidad, a visitarnos en <Nuestra Primera Página> en redes sociales o en www.nuestraprimerapagina.org”, concluyó el médico genetista.