Luego de una jornada de agobiante calor (extrañamente una de las primeras de este 2019), desde la madrugada comenzaron a caer las primeras lluvias y la ciudad amaneció con chaparrones intermitentes.

Si bien la humedad alta persiste y se ubica por sobre el 75% lo que hace subir un poco la térmica más allá de los 23º que marca la temperatura real, la lluvia trajo algo de alivio momentáneo con algunas brisas que llegan desde el norte.

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Hay alertas por tormentas fuertes vigentes en Rosario y el resto del sur y también el centro provincial, afortunadamente no así en el norte que viene siendo muy castigado por las inundaciones, con evacuados y pérdidas millonarias de producción.

Para el resto de este miércoles se espera una jornada preminentemente calurosa, con una máxima que llegaría a los 35º.