Un primer censo en Jujuy que buscó visibilizar la situación poblacional del cóndor andino en la provincia mostró, de manera “llamativa”, una mayor concentración de ejemplares entre los cerros de su región de Yungas, al noreste jujeño, señalaron este jueves hoy autoridades del Ministerio de Ambiente jujeño.

“Observamos más cóndores en la zona de altura de las Yungas, cuando, como lo marca su nombre, habita en la parte más andina. Fue una buena sorpresa”, comentó, en diálogo con Télam, el director de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Daniel Zenón, respecto del informe con el que se busca avanzar en un plan de conservación de la especie en peligro de extinción.

En torno a la distribución de los cóndores, agregó que el avistamiento concentrado en las Yungas se dio en áreas selváticas de los departamentos de Valle Grande y Ledesma, como ser en el Parque Nacional Calilegua, y también en la reserva Las Lancitas, del departamento Santa Bárbara.

En ese sentido, puso en valor que el censo tomó más de 30 puntos establecidos en 12 de los 16 departamentos la provincia, abarcando todas las ecorregiones con las que se cuenta.

“A diferencia de censos en otras provincias, nosotros lo hicimos integrando áreas protegidas, fincas privadas y otros puntos ya marcados con presencia de cóndores”, apuntó al respecto.

En análisis de la muestra obtenida, continuó indicando que respecto del número poblacional se obtuvo un “muy buen dato” en comparación con los estudios existentes en el territorio argentino e incluso en otros países.

Del plan de conservación en el que se busca avanzar, indicó que en la agenda de prioridades se encuentra el controlar y evitar la mortandad de cóndores por envenenamiento con cebos tóxicos y a tal efecto dijo que “Jujuy es una de las provincias con la mayor cantidad de registro de casos”.

Y recordó que en noviembre de este año se logró la ley que declaró Monumento Natural Provincial al Cóndor Andino y que prohíbe la captura y/o muerte por cualquier medio y/o comercialización de esta especie y también el uso de cebos tóxicos que pongan en peligro su supervivencia.

Volviendo sobre el censo, Zenón remarcó, finalmente, que se concretó con la participación de múltiples actores a nivel nacional y local, e incluso, durante la misma jornada del conteo, sumó la colaboración de comunidades que se interesaron en el trabajo de conservación de la especie.

El recuento de cóndores se realizó en simultáneo en los puntos elegidos a lo largo de toda una jornada, entre las 9 y las 18.

Participaron equipos del Ministerio de Ambiente local, de la Fundación Bioandina, Parques Nacionales, la Dirección Nacional de Biodiversidad, de la Universidad Nacional de Jujuy, investigadores del Conicet, entre una veintena de entidades públicas, privadas y organizaciones de la sociedad civil a nivel local.

El análisis de los datos recabados arrojó 262 individuos, entre los cuales predominaron cóndores adultos (170). Dicho resultado denota una dominancia que podría ser natural en poblaciones de Argentina, por las características biológicas de este tipo de ave.

Solo el 35% (92 individuos) se pudo diferenciar según su sexo, resultando un 53,3% (49) machos adultos, mientras que las hembras alcanzaron una proporción del 29,3% (27). Tales datos muestran un desequilibrio en la distribución por sexos.

Llamativamente, según marca el informe, la región de Yungas resultó ser la que más cóndores presentó ya que aportó más de la mitad (54%) de todos los individuos censados, con predominancia en el piso de Selva Montana.

La segunda región con mayor abundancia fue la Altoandina que aportó el 29%, seguida por la de Chaco Seco con 11%, Monte de Sierras y Bolsones y Puna, ambos con un 3%.