Situación preocupante en la provincia de La Pampa. Es que todavía los focos de incendio rurales están activos y hasta el momento se estima que hay unas 600 mil hectáreas afectadas desde el arranque de la temporada estival.

Según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), entre el 24 y el 30 de este mes el área afectada se incrementó en 174.000 hectáreas.

El subsecretario de Protección Ciudadana, Agustín García, informó que desde el 22 de noviembre de 2017, son más de 80 los focos que se originaron en distintos puntos de la provincia que quemaron alrededor de 467 mil hectáreas.

Hace unos días, productores de las zonas afectadas, denunciaron que son más de mil los animales vacunos muertos, si bien los datos precisos se conocerán cuando finalice el ciclo de incendios, aunque ya estiman que la cifra será superior.

Los incendios rurales no han cesado todo este tiempo y los brigadistas de La Pampa están trabajando sin descanso y enfrentando las temperaturas extremas.

El cielo en Santa Rosa amanece todos los días marrón y la ciudad queda cubierta bajo un manto de humo que se desprende de los incendios.

En estos momentos hay tres incendios rurales que están quemando decenas de hectáreas, al sur de El Carancho -el más grande, que ha arrasado desde hace casi una semana con miles de hectáreas- y los otros dos que se originaron en las últimas horas en La Adela y en El Durazno.

«La situación ha empeorado en la última semana; hoy estaríamos superando el 75% del promedio anual de hectáreas que La Pampa entrega normalmente a los fuegos», dijo Mauricio Bagliani, productor ganadero pampeano e integrante de la Fundación Pensar.