Estaciones de servicio en varias provincias suspendieron la comercialización de Gas Natural Compromido (GNC) a los automovilistas particulares tras recibir una orden oficial para priorizar el suministro residencial.

La ola de frío intenso que cubre a toda la Argentina hizo disparar el consumo de Gasta Natural en las casas, lo que se sumó al paro de los trabajadores de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, que reclaman una mejora salarial.

Para asegurar el abastecimiento en hogares y evitar quejas masivas, el Gobierno de Cristina Kirchner dispuso la aplicación de cortes programados en estaciones de servicio de GNC en distintas provincias.

Los cortes comenzaron el viernes en La Pampa y luego en la Patagonia, pero rápidamente se extendieron a otras zonas de la Argentina en las que existe red de distribución gas natural por cañerías.

La última vez que la falta de gas había llegado hasta los automovilistas había sido en 2013 y al igual que en aquella ocasión, esta vez el Gobierno prefirió interrumpir el suministro lejos de los mayores centros urbanos.

Las expendedoras ubicadas en el Gran Buenos Aires y la Capital Federal no habían recibido hasta este miércoles la orden de restringir la oferta, aunque la situación no era descartada por los empresarios si no cesaba el paro de los trabajadores del sector gasífero en todo el país.

Las tres estaciones de GNC de Bariloche mantuvieron sus mangueras cruzadas casi todo el día el martes y volvieron a vender este miércoles, cuando la temperatura subió un par de grados y con ello bajó el consumo residencial.

Las restricciones en Bariloche también respondieron a las tareas de mantenimiento que se hacen en la planta compresora de Gobernador Costa, en Chubut, y las bajas temperaturas de esa ciudad turística.

La serie de restricciones al gas natural para vehículos había comenzado el viernes, en La Pampa y luego hubo cortes de GNC que proliferaron durante el fin de semana en otras provincias, como Jujuy, Salta, Córdoba, San Luis y Mendoza.

En el país hay más de 180.000 vehículos que funcionan a GNC, un combustible alternativo a las naftas y el gasoil, pero más barato: en la mayoría de los casos, este comubustible es utilizado por los taxistas y remiseros.

Según los números del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), el gas para vehículos equivale al 7 por ciento de la demanda nacional de ese insumo.