Por Florencia Vizzi

Si algo puede ser calificado de icónico en la historia periodística argentina es, sin lugar a dudas, la Agencia de Noticias Telam. Tanto por las circunstancias de su génesis, una agencia pensada e instrumentada con el fin de hacer frente a la hegemonía informativa de las agencias estadounidenses United Press International y Associated Press, como por ser una testigo íntimamente cercana, por su carácter de «agencia oficial», de los ires y venires políticos de los últimos 75 años.

Mucho de esos ires y venires quedaron reflejados hace cinco años en el libro «Telam, el hecho maldito del periodismo argentino», escrito por Ariel Bargach y Mariano Suárez, ambos periodistas de la agencia, quienes, hace un tiempo, decidieron retomar esa obra y ampliarla sustancialmente poniendo el acento en uno de los últimos, y tal vez más épicos, capítulos de su historia: la resistencia al feroz desmembramiento planeado de por el actual titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi.

Telam, resistencia y después…

Ariel Bargach, periodista y corresponsal de Telam, docente y delegado sindical de la agencia entre 2012 y 2018, dialogó con Conclusión y contó algunos de los entretelones, muchos de ellos realmente apasionantes, que se reflejan en el libro. Uno de ellos, sin duda, fueron los cuatro meses de huelga y ocupación pacífica que logró torcerle el brazo al Gobierno y desactivar el brutal plan de despidos que planeaban llevar adelante.

«Si bien hubo una primera edición de este libro en 2014, el panorama de las agencias nacionales e internacionales ha cambiado sustancialmente. Y en el medio estuvo el conflicto en la agencia» relató.

«Es una reedición casi obligada», admitió Bargach. «Para todo el mundo era como evidente que teníamos que hacerlo.

El escritor y periodista recordó que en la primer instancia el libro había sido pensado como un «proyecto académico sindical». «No solo nos parecía muy raro que en ningún lado estaba escrita la historia de Telam, sino que en ningún lado estaba escrita la historia de las agencias internacionales, siendo que para nosotros es muy claro que hay un grupo de agencias en el mundo que de alguna manera le dicen al mundo lo que hay que saber del mundo mismo e instalan una forma de comunicación y los temas de los que se habla».

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En ese sentido, Ariel Bargach afirmó que ahora se sienten mucho más conformes que con la primer edición del libro. «Es un trabajo mucho más completo».

«Incluimos un capítulo entero sobre el conflicto gremial y lo dividimos en tres patas, la pata sindical en sí, la pata comunicacional, o sea como contamos y cómo salimos a los medios y todo el entramado jurídico ya que tuvo un tejido judicial bastante complejo y complicado «, señaló.

Bargach reconoció que dentro de Telam se encuentran «muy sensibilizados» con esa lucha gremial y que lo reconocen como uno de los hitos más importantes de la historia de la agencia.

«Este conflicto, que ni siquiera está del todo terminado, no se pareció a ningún hecho que hayamos vivido antes, aún para los que llevamos mucho tiempo en Telam». «En ese sentido, el colectivo de la agencia creció mucho, hoy somos otros. Esa frase, que suele ser un lugar común, acá es verdadero, todos nos sentimos que somos otros porque nos atravesó de forma muy bestial. Fueron cuatro meses de huelga, con la agencia tomada con una permanencia pacífica, y un acampe frente al ministerio de Trabajo todas las mañanas… me aprece que por un muy buen tiempo vamos a estar impactados con eso».

Si bien, en relación a ello, Bargach remarcó que en Telam siempre hubo una «gimnasia sindical muy fuerte» y que, en general, los trabajadores estaban organizados, «aún así no deja de ser impactante» como lo vivieron.

«Probablemente por el desarrollo, la política que nos dimos, como nos dividimos las tareas… y lo vemos porque nos dimos cuenta de que fuimos una suerte de ejemplo. Por ahí esto suena pedante, pero fue así realmente. Había otros conflictos y la gente nos venía a preguntar cómo nos habíamos organizado. Incluso a  la presentación del libro va a asistir una delegación de periodistas de América Latina y el Caribe y quieren venir a Telam y reunirse con la Comisión Interna, porque en la región se sabía lo que estaba pasando acá y fue impactante para muchos sectores. Y eso para nosotros no deja de ser algo sorprendente, un darnos cuenta de que nos estaban mirando en el mundo y hablando de lo que estábamos haciendo», detalló el escritor.

Bargach dedicó un párrafo aparte a la comunicación. «Fue una movida muy ruidosa, por eso dedicamos una parte del libro a contar cómo fue la comunicación del conflicto, que nos propusimos, qué hicimos, qué estrategias nos dimos para aparecer», sobre todo cuando a todas luces sabemos que en general, los conflictos gremiales en los medios no salen en los medios. Nos preocupamos para que eso pase y para romper el cerco».

Aquellos tiempos, estos cambios

Un punto insoslayable al hablar de medios y noticias es el desmesurado cambio tecnológico y comunicacional producido en los últimos años. Dentro de las agencias de noticias, esos cambios se tradujeron en funcionamiento, enfoques y producción. Eso es otro de los ejes que se abordan en el libro.

«Hay cierto discurso que abunda hoy en día que plantea ¿las agencias tienen razón de ser hoy por hoy?. Nosotros decimos, tajantemente, que sí, y las pruebas a nivel mundial lo demuestran», afirmó Bargach. Y detalló: «No es que se achicó AFP o se achicó EFE, sino que atravesaron un proceso de reconversión. Aquella vieja cablera que solo disparaba cables y fotos no existe más. Todas incorporaron investigaciones multiplataformas, audiovisuales, podcast de radio, redes, hoy todas las agencias tienen redes. Lo que hicieron fue diversificar sus productos, hoy todas las agencias tienen servicios especializados para asesores económicos, servicios regionalizados y lo que hicieron fue adaptarse».

Según el periodista, en esa adaptación conservaron lo que hoy más que nunca sigue siendo un valor reforzado, que es el de la confiabilidad. «Porque todo el mundo dice hoy por hoy la información está en todos lados y es cierto. Pero también por todos lados están las fake news. Y la explosión de medios hizo que las agencias reforzaran mucho su lugar de medios confiables. Una información que proviene de una agencia no es lo mismo que verla en cualquier sitio o portal que uno no sabe de dónde proviene y tiene que investigarla y chequearla. Así que en ese sentido las agencias siguen guardando su lugar» remarcó.

Impacto y futuro

La historia de Telam es un fragmento no menor de la historia argentina. Nadie puede dudarlo y así lo reflejan las páginas de «Telam, el hecho maldito…».

Entre ellas uno encontrará relatos cuasi increíbles. Solo a modo de muestra, Bargach relató algunos detalles sobre la participación de la agencia en un atentado contra el presidente Arturo Frondizi. Y también, se detuvo en los vínculos de la agencia con la Side y los servicios de inteligencia de las Fuerzas Armadas.

También el libro recorre el proyecto comunicacional estratégico de su fundación, las operaciones de propaganda, la censura y la represión adentro de Télam durante las dictaduras militares, los cinco proyectos de cierre de la agencia, en dictaduras y democracias y la caja negra de la publicidad oficial, entre muchos otros puntos de interés.

Sobre los hechos que más lo impactaron durante el trabajo de investigación que llevó adelante junto a Mariano Suárez, Bargach reveló fue «la comprobación nada simpática de que Telam muchas veces sirvió para manejos oscuros según el gobierno de turno». «Es cierto que desde el primer momento uno intuye eso por ser un medio público, pero bueno, repasar los archivos, ver algunos materiales y comprobar eso te pega, porque uno piensa que no puede ser tan grosero».

En cuanto a como se plantea el panorama de aquí en más, Ariel Bargach no duda en calificarlo de «complejísimo», aunque también cree que es esperanzador.

«El panorama es sumamente complejo, no sólo en la agencia sino en los tres medios público. En los tres va a haber que iniciar un proceso de reconstrucción… ese es un tema recurrente entre nosotros, todo lo que vamos a tener que trabajar para levantarlos y para volver a hacerla crecer y recuperar los espacios que se fueron perdiendo, las corresponsalías por ejemplo. Y esto es extensivo a la TV Pública, que dejó de hacer coberturas, dejó de hacer los noticieros los fines de semana… lo mismo en Radio Nacional. Se viene un trabajo complejo que lo que tiene a favor es que todos estamos dispuestos y tenemos las capacidades para hacerlo«, afirmó el periodista.

Y enfatizó: «Si hay una decisión política de ir a un nuevo esquema de medios públicos, fuertes, plurales, si existe esa decisión política, a cualquiera que venga la vamos a decir: ‘sí , cuenten con los trabajadores por supuesto’. El cuadro es muy malo, pero a la vez sabemos que lo que venga va a ser mejor».