La provincia de Tucumán cuenta con imponentes parques naturales que proponen a sus visitantes conocer distintos ecosistemas a través de senderos interpretativos y educativos que promueven el respeto por las especies animales y vegetales, con el fin conservar los ambientes y recursos naturales existentes en sus extensiones.

Durante los recorridos por los parques naturales, algunos de ellos guiados por guardaparques, carteles informativos indican los distintos tipos de senderos que se pueden seguir, además de los servicios que se encuentran a disposición y las normas de conducta a cumplir para reducir y/o evitar impactos negativos sobre los ambientes naturales.

A 25 kilómetros hacia el oeste de la capital tucumana se encuentra el Parque Sierra San Javier, al cual se accede por la ruta provincial Nº 340 y que abarca 14 mil hectáreas que se caracterizan porque la mayor parte de su vegetación pertenece a la ecorregión de yungas.

Los recorridos que propone, con diferentes extensiones e intensidad, son el sendero Anta Yacu, Las Yungas, La Cascada, Puerta del Cielo, el Funicular y Velardez o de la Nina, y todos ellos permiten apreciar el parque desde distintos ángulos.

Sierra San Javier, que depende de la Universidad Nacional de Tucumán, comprende dos áreas protegidas, una de ellas es la Reserva Experimental Horco Molle, que funciona como centro de referencia en educación ambiental, rescate y rehabilitación de fauna y programas de conservación de especies y ecosistemas.

La reserva se encuentra abierta al público de lunes a domingo de 9 a 19 y la entrada tiene un precio de 250 pesos para menores y 300 para mayores.

Recomiendan llevar protector contra insectos, zapatillas cómodas, campera y remera mangas cortas, protector solar y agua, ya que suele haber sol fuerte, en especial durante el mediodía, .

El Jardín Botánico es otra de las áreas protegidas de este parque que, ubicado frente a la reserva, cuenta con una superficie total de 89 hectáreas, y e uno de los jardines más grandes del país, inmerso en la ecorregión de yungas o también llamada selva tucumano-boliviana.

El Jardín busca promover la conservación y el conocimiento de la diversidad vegetal mediante acciones como restauración ecológica y mantenimiento de colecciones de plantas debidamente catalogadas y monitoreadas periódicamente, con el fin de generar información técnico-científica.

Está abierto al público de lunes a domingos de 9 a 19 y se pueden recorrer los senderos de forma autoguiada o solicitar un guía previo la visita, comunicándote al 381-4250936 o escribiendo a

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El Parque Provincial Cochuna, en tanto, se caracteriza por un clima cálido que lo habilita para ser visitado durante todo el año.

Cochuna deriva del quechua y significa «quebrada por donde se pasa», lo que describe uno de los rasgos de la zona debido a que la quebrada del Río Cochuna es el lugar por donde más fácilmente se accede a los pequeños y altos valles de la zona central de los Nevados del Aconquija.

Se puede llegar a esta reserva natural a través de la ruta nacional nº 365, hasta el pueblo de Alpachiri donde culmina el pavimento, y continuando por un camino de tierra unos 20 kilómetros, se arriba a la entrada del parque.

Los especialistas recomiendan realizar su recorrido a pie o a caballo para poder apreciar los horco molles, laureles, nogales y numerosas especies de helechos, que forman la vegetación autóctona.

Los visitantes más experimentados pueden realizar excursiones de montañismo para ascender a picos importantes del cordón del Aconquija o a la mayor cumbre de Tucumán, que es el Clavillo de los Cerrillos, situada a 5.550 metros sobre el nivel del mar.

Y los interesados en acampar pueden hacerlo en la planta de campamentos educativos Samay Cochuna, que cuenta con cabañas, quincho, sanitarios, energía eléctrica y camping.

Hacía el oeste de la provincia, a solo 60 kilómetros de la ciudad de San Miguel de Tucumán, el Parque La Florida fue la primera área de la provincia protegida por la Nación a partir de 1936.

Con una extensión de 10 mil hectáreas conserva uno de los pocos relictos de selva pedemontana en terrenos planos, un tipo de vegetación que cubría gran parte de la superficie tucumana, ahora ocupada por cultivos.

También es posible acceder a zonas de pastizales de neblinas y altoandinos, a una altitud que va desde los 550 a los 5.400 metros sobre el nivel del mar.

En este parque viven alrededor de 39 especies de mamíferos y 58 especies de aves.

Otros de sus tesoros es el vivero junto a un bosque de antiguos árboles, que abarca 300 hectáreas y cuenta con merenderos, zona de camping agreste y senderos que pueden realizarse autoguiados por cartelería dispuesta en el camino.

En zona de sierras, el parque cuenta con área restringida donde hay yacimientos arqueológicos prehispánicos pertenecientes a las comunidades indígenas que vivieron en la zona.

Es un lugar agradable para visitar durante el invierno; luego, en la segunda quincena de octubre florecen las azucenas que cubre gran parte del territorio de colores rojizos y naranjas, y lo hacen aun más atractivo.

Para programar visitas prolongadas, se debe contactar a la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia al número (0381) 4218150.