La ciudad de Rosario no vive un buen momento. Inmersa en un contexto de inseguridad y violencia permanente y bajo la amenaza del crimen organizado, que involucra a una ciudadanía que, muchas veces, es víctima inocente de las disputas entre bandas narcotraficantes, los números en cuanto a visita de turistas en los últimos tiempos dan cuenta de esta realidad compleja, que lleva a que el turismo interno y externo se vuelque hacia destinos más seguros. A esto se agrega el delicado panorama económico nacional, con una inflación incontrolable que debilita y lesiona el poder adquisitivo.

En ese sentido, el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC) elaboró un informe que refleja la atracción perdida como polo turístico. El escrito indicó que la actividad hotelera cayó 5,5% interanual en el mes de abril. Ni siquiera el feriado por el Día de la Soberanía pudo repuntar una situación que comienza a ser preocupante, dado que los índices de las problemáticas principales que preocupan a los vecinos no solo no mejoran, sino que empeoran cada vez más.

Mirando más atrás, se encuentra que ya en marzo la disminución había sido de 5,1% respecto al mismo mes en el año anterior (38.290 unidades ocupadas en establecimientos), frente a índices positivos de las otras dos ciudades más pobladas de la provincia, Santa Fe y Rafaela.

En ese mes también la tasa de ocupación de habitaciones en las instituciones marcó números negativos, con un descenso de 5,5% respecto al 2022. Ello trajo aparejado también un aumento en la cifra de plazas disponibles en la ciudad, con 190.743, con un crecimiento mensual de 9,2& en relación a febrero de 2023 y una variación alcista de 7,6% comparándolo con marzo pasado.

A su vez, las plazas ocupadas disminuyeron 5,4% en igual periodo. Como se ve, todo se sostuvo en relación a una clara tendencia a la baja.

También fue negativa la tasa de ocupación de plazas en los establecimientos. Rosario tuvo un 33,1%, pero con una caída de 4,5% a nivel interanual respecto a marzo de 2022.

Por su parte, las pernoctaciones registradas (siempre en el mismo mes) en los hoteles fueron 63.164, con crecimiento a nivel mensual de 6,6% pero una baja de 5,4% a nivel del año anterior. Sumado a esto, La estadía promedio de los turistas en la ciudad fue de 1,7 noches, con una variación decreciente de 8,1%.

Volviendo a abril, el Aeropuerto Internacional «Islas Malvinas» marcó una caída mensual de 36,6% y un descenso de 0,8% interanual en la cantidad de pasajeros totales (27.687) en vuelos de la provincia.

Los valores, además de la participación del IPEC, fueron proporcionados también por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).

En época electoral como es la presente, bajo la eterna promesa de mejoras por parte de los políticos, el escenario concreto que viven los ciudadanos es de desazón. Rosario dejó de ser un lugar para pasear con tranquilidad, que invite a las familias a conocer y recorrer los vastos y bellos lugares naturales de los que dispone. Triste actualidad para una urbe que supo ser la segunda del país, pero que en base a los temas antes mencionados fue perdiendo terreno como una alternativa viable si de Turismo se habla.