Por Alejandro Maidana

El fenómeno de la “La Casa de Papel” mostró como un grupo de atracadores se ganó el cariño y el respeto de la sociedad. La música de este gran suceso español, es uno de los puntos más impactantes. Un himno de resistencia que hoy se vuelve a replicar modificado y en distintos idiomas.

La canción se escucha por primera vez cuando Berlín obliga al Profesor a prometerle que no se dejará atrapar si las cosas se ponen difíciles en el atraco. Una vez dentro de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, los atracadores cantan el «Bella Ciao» al excavar el túnel que les llevará a la libertad. Y finalmente, la melodía vuelve a acompañar a Berlín en el enfrentamiento final con la policía.

“Esta mañana me he levantado.
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
Esta mañana me he levantado
y he descubierto al invasor.

¡Oh! Guerrillero, quiero ir contigo.
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
¡Oh! Guerrillero, quiero ir contigo
porque me siento aquí morir.

Y si yo caigo, en la guerrilla.
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
Y si yo caigo, en la guerrilla,
coge en tus manos mi fusil.
(v. original: tú me debes sepultar)

Cava una fosa en la montaña.
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
Cava una fosa en la montaña
bajo la sombra de una flor.

Así la gente cuando la vea.
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
Así la gente cuando la vea
se dirá ¡qué bella flor!

Será la flor, de un guerrillero,
O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao.
Será la flor, de un guerrillero,
muerto por la libertad.

…Será la flor, de un guerrillero,
muerto por la libertad.
Muerto por la libertad…..”

La Casa de Papel sin duda alguna ha sabido como atrapar a aquellos que pudieron y eligieron seguirla en las diferentes pantallas. Dueña de una trama que hace aflorar un sinfín de contradicciones, el plan del Profesor genera añoranza y admiración por aquellos que entienden que el golpe al corazón del capital, es una venganza de los eternos marginados y manipulados por el mismo.

Por otro lado, los más conservadores y garantes indirectos del Status Quo, se permiten mirar con cierta admiración la decisión tomada por este grupo de atracadores ¿Será que su álter ego se permite tomar una breve licencia ética?

Lo cierto es que La Casa de Papel utiliza una canción hermanada con el rechazo fascista. Fue la tonadilla usada por la resistencia italiana (partisana) durante los últimos años de la segunda Guerra Mundial.

Este canto se propagó por toda la región de Emilia, al norte de Italia, donde más peso tuvo el movimiento antifascista italiano, contando en la letra cómo un joven al levantarse descubre las tropas invasoras y se lanza a defender su país.

Concluida la guerra se convirtió en una canción popular en los movimientos antifascistas para surgir con fuerza a mediados de los sesenta a través del nuevo cancionero italiano durante las revoluciones culturales de mayo de 1968. Un claro himno revolucionario, un sostén más que necesario en tiempos donde el enemigo avanza contra lo más preciado, la libertad.

Bella Ciao atravesando fronteras

Vaya paradoja, el avance de la derecha y sus políticas de ajuste demoledor en Europa y América Latina, se van consolidando al mismo tiempo que el “Chau Bella”, comienza a sonar en cada rinconcito del globo terráqueo. Ecos de una resistencia tan necesaria como estremecedora en tiempos donde las clases populares contemplan como sus conquistas corren riesgo de ser vapuleadas.

Si bien hoy la muerte no luce la cara de Benito Mussolini, ni goza de la impunidad de los Einsatzgruppen, escuadrones de la muerte nazis, la parca suele asfixiar sin dejar marcas visibles a simple vista utilizando un arma de probada calidad, la libre circulación de capitales.

Si bien este himno internacional tiene un derrotero más que importante en cada rincón del planeta, ha sabido ganar protagonismo en sucesos puntuales no mucho tiempos atrás. Durante el gobierno de Silvio Berlusconi en Italia, los partidos de izquierda la entonaban a modo de canción de protesta. En 2013, la misma fue cantada durante protestas en Estambul, y un año más tarde se escuchó con fuerza en el marco de los actos pro-democracia en Hong Kong. También es menester destacar que en Grecia fue tomada durante las campañas electorales por los partidos de extrema izquierda.

Cabe destacar que Sudamérica no quedó al margen de este estandarte que envalentona a las masas, fue en las tierras de Salvador Allende y bajo su mandato, que supo sonar allá por los 70. Y si nos trasladamos unos días atrás en el tiempo, en Argentina, los trabajadores bancarios se animaron a cambiarle a la letra para referenciar a Mauricio Macri: “»Somos Bancarios, queremo’ aumento y Macri Chau, Macri chau, Macri chau chau chau», entonaron.

Bella Ciao, con su indomable espíritu partisano, sigue con su ligación medular a toda protesta y lucha por un mundo mejor. Un verdadero bastión obrero y estudiantil que se vuelve a escuchar de manera altisonante en tiempos donde los intereses mezquinos, vuelven a ganar terreno.