La educación sexual integral, para sus defensores, es un derecho de chicos y chicas de todas las escuelas del país, en sus tres niveles: inicial, primaria, secundaria, sean privadas o estatales, confesionales o laicas.

La ley nacional 26.150, a partir de su sanción en 2006, crea el Programa de Educación Sexual Integral. Esta ley obliga al Estado nacional y a los provinciales a garantizar el acceso a los contenidos estipulados por la normativa. Pero hay quienes plantean diferencias con el proyecto de ESI.

La Educación Sexual Integral (ESI) pretende establecer un espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que promueve saberes y habilidades para la toma de decisiones responsables y críticas en relación con los derechos de los niños, las niñas y los/as adolescentes al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, la información y la sexualidad.

Los contenidos de la ESI, son ejes que atraviesan distintas áreas y/o disciplinas, responden a las distintas etapas del desarrollo de niños y niñas y adolescentes y contempla situaciones de la vida cotidiana del aula y de la escuela, así como sus formas de organización.

El estudio de Conclusión TV fue escenario de un debate entre dos posturas disímiles, una de ellas es la de Andrea Fernández, docente y directora del Jardín nro. 1 del Parque Alem y la médica y docente Verónica Baró Graf.

Fernández sostuvo: «La ESI siempre se orientó a cumplir con lo que indica la Convención Internacional de los Derechos de los Niños. Por eso, también comprende lo social y cultural y no meramente lo biológico o la genitalidad».

Sobre la cultura social imperante la docente indicó: «La cultura social sostiene patrones hegemónicos y heteronormativos clásicos que se reproducen en los medios de comunicación y el colegio no es la excepción. En la escuela, muchas veces se estereotipa de la misma manera. Falta mucho para que la educación sea plural e inclusiva”.

Baró Graf, quien mantiene reparos en la aplicación de la ley, expresó su preocupación por la reforma y relató: “La educación sexual es fundamental en nuestros niños y en nuestros jóvenes, pero no podemos dejar de lado la opinión y el posicionamiento de la familia en todo esto”.

«Todos los estudiantes tienen derecho a recibir educación sexual integral, respetuosa de la diversidad sexual y de género, con carácter formativo, basada en conocimientos científicos y laicos, en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada», dice el nuevo Artículo 1 de la reforma trabajada en Comisiones de Educación, Mujer, Niñez y Familia.

Con respecto a esto Baró Graf fue tajante, “consideramos que la ideología de género es perjudicial para nuestros niños, consideramos que esta reforma está lejos de la “perspectiva” y tiene una verdadera carga ideológica”.