La Cooperativa Lanera Trelew Ltda, una fábrica recuperada que abastece de hilados a los principales confeccionistas del país, volverá a exportar en 2023 y proyecta llegar con productos premium a Europa.

La fábrica está ubicada en el predio donde funcionaba la ex Lanera Austral, que cerró sus puertas definitivamente en 2015, y cuenta con un sector de hilandería que le habilita agregar valor a la producción, algo que se traduce al precio que pagar a los productores a los que le compran la lana.

La cooperativa que quebró contaba con unos 60 trabajadores, varios de los cuales tomaron la decisión de continuar con la actividad y conformar una cooperativa de trabajo.

Según reconstruyó Lisandro Aguirregabiría en ADNSur, en la actualidad trabajan unos 36 asociados y -en caso de cumplirse las proyecciones- el próximo año recuperarán cantidad de personal que tenían cuando cerraron y restablecerán el tercer turno.

Nada fácil

La historia estuvo cerca de repetirse el último viernes de noviembre, cuando casi le rematan el predio, ya que la cooperativa debe pagar en total unos 137 millones de pesos para quedarse con el predio y las máquinas de la quiebra de la ex Lanera Austral.

Las complicaciones -siempre según el medio citado- surgieron porque se cayeron las negociaciones con el gobierno provincial de Chubut, que iba a hacer el aporte económico para la adquisición y venía aportando en la compra de maquinaria para hilandería.

Con las negociaciones frustradas, la preocupación no tardó en escalar, pero proveedores privados hicieron un aporte de 25 millones de pesos para evitar que remataran el predio. Un real alivio.

Aun así, faltan 50 millones de pesos, un monto que serviría para quedarse finalmente con la fábrica y que -en los últimos días, la Municipalidad de Trelew se comprometió a aportar a través del intendente de esa localidad, Adrián Maderna.

A cambio de este aporte, la Municipalidad pidió que la cooperativa realice viviendas sociales «sustentables», algo que a los asociados aceptaron y firmaron. Todavía resta que el Concejo local apruebe el convenio, pero la solución parece encaminada.

«Hicimos una propuesta para acompañarlos con un contrato de prestación de servicios vinculado con el armado de paneles interiores de lana de descarte, en función de gestiones a nivel nacional para la construcción de viviendas sociales”, anunció Maderna en la semana.

Cómo son las casas

Las casas que construirá la cooperativa -a través de una nueva unidad de negocios- estarán hechas con paneles con lana de que actúan como aislante natural.

Estos paneles, ideados inicialmente por una empresa chilena, habilitan economizar el gasto de energía tanto en verano como en invierno.

Es más, el proyecto llegó la semana pasada a oídos del intendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, que ve con buenos ojos la posibilidad de construir este tipo de viviendas sustentables en la localidad petrolera.

Resurgir y expandirse

El camino de esta cooperativa inició en 2015, cuando Lanera Austral quebró y los trabajadores definieron pasar ocho meses custodiando la planta para preservar los bienes a los fines de recuperar la fábrica.

Un año después ya habían conformado la cooperativa de trabajo y comenzaron a prestar servicios a terceros porque no contaban con capacidad para comprar la lana.

Ese esquema precario les alcanzaba únicamente para cubrir gastos, pero les permitió subsistir durante cuatro años hasta que en 2020 comenzaron a desarrollar un nuevo plan de negocios.

El paso inicial para retomar la senda del crecimiento tuvo que ver con empezar a trabajar para recuperar la producción de lana lavada y peinada.

Con este nuevo panorama, en octubre de 2021 volvieron a salir al mercado nacional a partir de hilados de fabricación propia, lo que les permitió multiplicar las ganancias.

En la actualidad, la cooperativa no solo provee a grandes empresas del país, sino que distribuye a pequeñas diseñadoras.