Una gigantesca masa de agua caliente avanza desde Nueva Zelanda hasta Sudamérica, por el océano Pacífico, todo un fenómeno atípico que supondrá un cambio de la temperatura del agua al menos cinco grados centígrados por encima del promedio.

La «mancha roja» que se divisa desde el espacio -vista en el mapa de arriba- significa una variación considerable y poco común que ocupa un millón de kilómetros cuadrados, cubriendo un área más grande que el estado de Texas (Estados Unidos) por ejemplo.

La masa comenzó a formarse en octubre y se disparó coincidiendo con una reciente ola de calor en Australia. La gran insolación, mezclada con la falta de viento oeste, empujó a la formación de esta mancha que tendría más de dos docenas de metros de profundidad.

¿Las consecuencias? Estas olas de calor oceánicas tienen fuertes impactos en la vida marina, con el blanqueamiento masivo de corales, pérdidas de bosques marinos y muertes a gran escala de otros invertebrados, según consignó el diario ABC.