Hace días, la tapa de una revista generó polémica en el mundo del espectáculo. Se trata de una imagen donde la actriz Natalia Oreiro está junto a un niño keniano, en África, en el marco de un programa de prevención de la desnutrición aguda. Por tal motivo, Unicef Argentina envió un comunicado para explicar la labor de la actriz como embajadora de buena voluntad.

“Natalia Oreiro visitó Kenia invitada como Embajadora de Unief en el marco de Un Sol para los Chicos para conocer de cerca y compartir cómo viven las niñas, niños y adolescentes de las zonas más afectadas por la sequía y la desnutrición. Los conflictos, la inestabilidad, la falta de lluvias y el acceso restringido para las organizaciones humanitarias constituyen una grave amenaza para los niños y sus familias. Esta sequía –la peor en 35 años– está aumentando la vulnerabilidad de los niños en toda la región, y pone las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas en peligro”, comienza el escrito.

Al respecto, la actriz especificó: “Cuando llegué a Turkana, al norte de Kenia, las mujeres de la comunidad me recibieron con una canción, juntas cantamos, bailamos y nos abrazamos. Me senté con ellas y lo primero que hicieron fue trenzar mi cabello. Pude conocer a sus hijos y entender lo que implica la sequía, no tener acceso al agua ni a los alimentos”.

Y agregó: “Me moviliza profundamente el compromiso del equipo de Unicef por llegar hasta el último niño. También el esfuerzo de las madres que no tienen nada, más que una libreta donde registran, mes a mes, el peso y la altura de sus hijos y así monitorean su nutrición. Tras horas de viaje en avión, avioneta, camioneta y a pie, pudimos llegar a un punto de agua donde las comunidades rurales de Turkana se abastecen. Nuestro recorrido no se compara con el de las mujeres, hombres y hasta niños que recorren diariamente hasta 20 kilómetros para buscar el agua”, comento Natalia.

En el comunicado, la actriz hace referencia al hospital que visitó: “Lo más conmovedor del recorrido fue la visita al Hospital de Referencia del Condado de Lodwar. Allí atienden a los chicos con casos más graves de desnutrición. Las condiciones son muy precarias, sin embargo los equipos hacen todo lo humanamente posible para salvar la vida de los niños”.

“Conocí a muchos niños, pero recuerdo particularmente a un chiquito al que pesé y medí, tenía 3 años y pesaba lo mismo que un bebé de 1 año. Unicef está haciendo todo lo posible: suministrando alimentos, cavando pozos para encontrar agua y apoyando a los hospitales y comunidades locales, pero necesitamos hacer mucho más”, dijo la actriz.

Y finalizó: “Como mujer y madre no puedo soportar ver este sufrimiento. No sólo se necesita el compromiso de la comunidad internacional, sino de toda la sociedad que tiene que empoderarse y movilizarse para que cada niño pueda vivir una vida digna, más allá del lugar donde haya nacido”.