Una extraña enfermedad llamada viruela del mono vienen encendiendo las alarmas en Europa. El Reino Unido, España, Portugal han registrado casos de este virus emergente y potencialmente mortal. También Estados Unidos confirmó un caso este miércoles.

El 7 de mayo pasado se registró el primer caso de viruela del mono en Reino Unido, un hombre que había viajado a Nigeria, y con el correr de los días el virus comenzó a propagarse. Hasta el momento se identificaron nueve infectados en ese país, con una particularidad: las relaciones sexuales parecen tener un rol importante en el contagio.

Estados Unidos informó ayer de un caso confirmado en Massachusetts: un hombre que recientemente había viajado a Canadá y que fue hospitalizado, aunque se encontraba en buen estado. Y España y Portugal también cuentan jóvenes pacientes infectados. Las autoridades sanitarias de España han emitido una alerta sobre un posible brote de viruela del mono luego de que ocho hombres presentaran síntomas compatibles con la infección viral. En tanto, las autoridades portuguesas han confirmado cinco casos y están investigando otros 20 sospechosos. En un comunicado reciente, el Ministerio de Salud de Portugal dijo que los casos que había detectado, todos en la región de Lisboa y el Valle del Tajo, involucraban a hombres cuyos síntomas incluían lesiones ulcerosas.

Con anterioridad a los casos sucedidos estas últimas semanas, esta enfermedad solo se había documentado en cuatro países fuera de África: Estados Unidos, Reino Unido, Israel y Singapur. La última vez fue en julio del año pasado en el condado estadounidense de Dallas, en un país que no registraba un caso desde 2003.

El virus

La viruela del mono se trata de una infección zoonótica rara y potencialmente mortal, que puede propagarse a los humanos y tienen su origen en África occidental y central, donde ahora es endémica. Fue descubierta en 1958,  cuando ocurrieron dos brotes similares a la viruela en colonias de monos mantenidos para labores de investigación. Por esta razón recibió el nombre de “viruela del mono” o “viruela del simio”.

El primer caso de un humano infectado se registró en 1970 en Bokenda, una aldea remota de la República Democrática del Congo. Se trataba de un bebe de 9 meses y una muestra, enviada al Centro de Referencia de Viruela de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Moscú, reveló que los síntomas eran causados por el virus de la viruela del mono. La familia del paciente dijo que en ocasiones comían monos como un manjar. La investigación reveló que el niño era el único de la familia que no había sido vacunado contra la viruela humana.

La viruela del mono es causada por el virus ortopoxvirus similar al virus Variola (el agente causante de la viruela), al virus de la viruela bovina y al virus Vaccinia. Desde la erradicación de la viruela, la viruela del simio ha asumido el papel del ortopoxvirus más destacado que afecta a las comunidades humanas.

De los casos confirmados  por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA), el primero con viruela del simio en Londres fue anunciado el 7 de mayo. El paciente tenía antecedentes de viajes recientes desde Nigeria, que es donde se cree que contrajo la infección, antes de viajar al Reino Unido. Los casos de viruela del simio son frecuentes en Nigeria. En su último informe, el Centro para el Control de Enfermedades de Nigeria (NCDC) dijo que el país tuvo 558 casos de viruela del simio y ocho muertes en 32 estados de la federación y el Territorio de la Capital Federal entre los años 2017 y 2022. En Portugal, todos los casos informados el 16 de mayo fueron hombres que se identificaron a sí mismos como hombres homosexuales.

De acuerdo a algunas investigaciones, la vacunación masiva contra la viruela habría frenado, presuntamente, las infecciones de viruela del mono entre los humanos, durante un tiempo. Pero los casos resurgieron, en parte, por la falta de inmunidad en generaciones posteriores . Se han reportado más de 450 casos en Nigeria desde 2017, según los CDC de Estados Unidos. Y por ello, ahora, distintos países europeos estudian reforzar la vacunación contra la viruela.

El contagio

El contagio inicial de humanos se produce cuando entran en estrecho contacto con animales que tienen el virus en zonas selváticas o bien con su carne contaminada. Se estima que este contagio es inusual y limitado.

Por su parte, la transmisión entre humanos se produce cuando se entra en contacto con líquidos, mucosas, excreciones o saliva de la persona que se encuentra infectada por el virus. De manera que el contagio podría producirse también por excreción viral a través de heces y por mantener relaciones sexuales, así como a través de la placenta de la madre al feto.

Hasta el momento la cadena de transmisión más larga que se ha documentado en una comunidad llegó a seis infecciones sucesivas de persona a persona.

Síntomas en humanos

La sintomatología que presenta los humanos es similar a los de la erradicada viruela, aunque más leves, y comienzan a desarrollarse entre los 6 y los 13 días posteriores a haberse producido la infección, aunque el período de incubación puede variar entre los 5 y los 21 días.

Los primeros síntomas son fiebre, el dolor de cabeza, cansancio, dolores musculares y de espalda, así como la inflamación de los ganglios linfáticos. Este último síntoma es uno de los que lo diferencia de la viruela humana, en la que la linfadenopatía es infrecuente.

Entre uno y tres días después comienza a aparecer una erupción que suele iniciarse en la cara para después extenderse a otras partes del cuerpo. Tras el rostro, en el 95 % de los casos, los lugares más frecuentes donde aparecen estas lesiones son las manos y las plantas de los pies, en el 75 %, aunque puede aparecer en otros lugares, incluidos los genitales.

La erupción toma forma de abultamientos llenos de líquido que pasan por diferentes fases hasta formar una costra y finalmente caerse. De media la enfermedad dura entre 2 y 4 semanas y los pacientes deben ser atendidos en unidades de aislamiento por su alto nivel de contagio.

Prevención y tratamiento

Actualmente no exista vacuna ni ningún tratamiento específico. Sin embargo, se sabe que la vacunación contra la viruela humana se puede usar tanto antes como después de la exposición y es hasta un 85 % efectiva para prevenir la viruela del simio, según la OMS, de manera que las personas vacunadas contra la viruela en la infancia pueden experimentar una enfermedad más leve.

La tasa de letalidad de los distintos brotes de los que se tiene conocimiento desde 1970 se sitúa entre el 1 y el 11 %, teniendo como víctimas fundamentalmente a niños de corta edad.

Los expertos recomiendan sospechar de una infección  cuando confluyan tres circunstancias. La primera es la aparición de una erupción en cualquier parte del cuerpo sin causa aparente. La segunda es la aparición de síntomas asociados a la enfermedad producida por esta infección, desde fiebre a inflamación de los ganglios linfáticos. La tercera circunstancia que debe converger es una de estas tres: la existencia de un vínculo con un caso confirmado o probable en los 21 días previos al inicio de los síntomas, hombres que han mantenido relaciones homosexuales, o haber realizado un viaje a las zonas africanas donde esta enfermedad es endémica en las tres semanas previas a la aparición de los síntomas, según recoge la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.