Tras casi un año de espera, la presencialidad regresó a la Escuela Superior de Comercio. Este lunes comenzaron a tomarse los exámenes de ingreso, a los que asistieron unos 500 alumnos bajo un estricto protocolo sanitario. Las autoridades de la institución aseguran que el resultado fue exitoso y ansían que el proceso de vuelta a las aulas tenga continuidad.

«Podemos decir con orgullo que salió todo perfecto. Esta es la primera actividad presencial desde el 15 de marzo, que se cerró la escuela. Es un evento muy caro para el sentimiento de la escuela y planta la primera semillita para el sentido de pertenencia que genera en los alumnos. Un chico de 12 años consigue su banco con su esfuerzo. Eso no tiene precio», contó Gabriela Zamboni, directora de la escuela Superior de Comercio, en declaraciones a Conclusión.

Sobre los cuidados que tuvieron que tener en este regreso a la actividad, la directiva destacó que hubo un estricto protocolo desde le comienzo, cuando los alumnos debieron realizar la inscripción de forma online. «Después, de a poquito se le fue dando información de cómo iban a tener que hacer. Hay que tener presente que son chicos de 12 años. La semana pasada les dijimos que tenían que venir en un horario determinado: 7.30, 8.00 u 8.30, porque es escalonado, a acreditarte en las mesas que pusimos en la calle», especificó. 

En esas mesas de acreditación el alumno debía exhibir DNI, constancia de haberse inscripto y una declaración jurada de un adulto responsable que indicaba que no tenía síntomas compatibles con covid. Después se les tomaba la temperatura, se les sanitizaban las manos y, si todo estaba bien, recibían una oblea en la remera. En ella estaba el piso, el aula y el nombre del alumno.

Cuando el alumno llegaba al curso, había un docente esperándolo y le tomaba asistencia solamente mirándole la oblea. Cuando Conclusión llegó a la institución, los estudiantes -según contaron los directivos- estaban rindiendo matemáticas. El examen duraba una hora y, una vez completado, el alumno tenía que depositarlo en una caja archivo. Otro docente luego retiraría esas cajas y las llevaría a dirección. El objetivo del protocolo fijado era mantener la distancia mínima en todo momento.

En total se presentaron unos 500 alumnos, que durante la mañana realizaron sus exámenes bajo el protocolo determinado.»Trabajar el año pasado sin chicos fue una situación muy triste», recordó la directora del establecimiento. 

Al ser consultada por si va a seguir la presencialidad en la escuela o no, Zamboni indicó que esa es «la gran incógnita: si esto podrá contar con continuidad». 

«Esperemos que sí, en grupos reducidos y sin que haya algún alumno o docente que pertenezca a los grupos de riesgo y tenga que trabajar en modo presencial. Esperamos la vacuna que nos corresponde a los docentes. Hoy se comenzó a vacunar a los mayores de 90 años, eso hace que muchos chicos que conviven con abuelos tengan miedo de venir a la escuela y llevar el virus a la casa», señaló.