Al menos seis personas murieron y otras 64 debieron ser hospitalizadas en el incendio desatado esta madrugada en una torre residencial de Londres, en la que muchas viviendas son de protección social, aunque se prevé que esa cifra aumente con la labor de los bomberos y el correr de las horas, confirmó esta mañana Scotland Yard.

La Policía Metropolitana de Londres (Met) indicó en una declaración a los medios que se encuentran «en una fase muy inicial» y esperan que se eleve el número de víctimas mortales por el fuego, iniciado a las 00.15 GMT (20.15 hora argentina de ayer) en un edificio de 24 pisos y 120 departamentos, situado en el barrio de North Kensington.

«Podemos confirmar seis muertes en estos momentos, pero es probable que esta cifra vaya a elevarse durante lo que será una compleja operación de recuperación, que durará varios días», reveló el comandante Stuart Cundy, de la Met, consignó la agencia de noticias Efe.

Cundy agregó que al margen de los fallecidos, hay muchas víctimas que están recibiendo atención médica, después de que las llamas arrasaran la Grenfell Tower, un edificio en el que muchas viviendas son de protección social, y donde habitan unas 500 personas, entre ellas muchos niños y familias jóvenes.

El servicio de ambulancias de Londres indicó que al menos 50 personas tuvieron que ser hospitalizadas en varios centros médicos de la capital por heridas de diversa gravedad.

Por su parte, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo hoy que las «muchas preguntas» que generará el origen del incendio obtendrán «todas las respuestas», y elogió la acción de los bomberos que acudieron a sofocar el fuego «en menos de seis minutos» y dijo que ahora las autoridades se «centran» en las labores de «búsqueda y rescate» en el inmueble siniestrado.

El funcionario agregó que mientras esas tareas prosiguen, las autoridades se asegurarán de «proporcionar refugio a aquellos que han tenido que abandonar sus hogares, y a las propiedades que se encuentran en las inmediaciones».

La policía alertó sobre la probabilidad de que pase tiempo antes de que los agentes puedan identificar a las víctimas y consideró que es «demasiado prematuro» para especular sobre la posible causa del incendio.

En el edificio, donde se presume que había centenares de personas en el momento en el que se desataron las llamas, trabajan además 45 camiones autombombas.

Tras producirse el fuego, al menos veinte ambulancias fueron enviadas al lugar, que fue acordonado por los agentes ante los temores iniciales de que el edificio se desplomara.

Algunos residentes que escaparon del lugar denunciaron que en ningún momento saltaron las alarmas de incendio obligatorias, mientras que una asociación de vecinos afirmó que ya había avisado infructuosamente al Ayuntamiento de que el edificio no era seguro.

A su vez, testigos del incendio aseguraron que varios de los vecinos trataron de salir por las ventanas y que tiraron a niños de ellas para intentar salvarlos del fuego, esperando que desde abajo los reciban, según consignó la BBC.

Otros dijeron que vieron luces, presuntamente de teléfonos móviles o de antorchas, parpadeando en la parte superior del bloque de pisos.

«Vimos caer restos del edificio, escuchamos explosiones, y oímos el sonido del vidrio que se rompen», explicó Andy Moore, periodista de la BBC.