El fragmento de un ala de avión encontrado, en la isla francesa de La Reunión, llegó este sábado a un laboratorio especializado cerca de Toulouse (sur de Francia) y será analizado para determinar si se trata de un trozo del Boeing 777 de Malaysia Airlines que desapareció en marzo de 2014. El 29 de enero de este año, Malasia declaró oficialmente que la desaparición había sido un accidente y que los pasajeros se daban por muertos, provocando la cólera de los familiares.

La pieza, de dos metros de largo, hallada el miércoles en la isla ubicada en el océano Índico, había llegado el sábado por la mañana temprano al aeropuerto de Orly. Posteriormente, un convoy escoltado por la gendarmería tomó la carretera para hacer llegar los restos a un laboratorio de la Dirección General de Armamento y Técnicas Aeronáuticas situado en Balma, cerca de Toulouse.

El flaperón, pequeño postigo que bordea las alas de avión y que los pilotos accionan durante el despegue y aterrizaje del aparato, será examinado a partir del miércoles próximo.

Además, los restos de una maleta hallados al día siguiente del

descubrimiento del trozo de ala, serán analizados en un laboratorio

de la gendarmería en la región parisina.

El mar también depositó esta semana otros residuos en el mismo lugar

del hallazgo. La gendarmería francesa recuperó dos botellas de origen

asiático, una de detergente en la que se puede leer «Yakarta Indonesia» y otra de agua mineral con ideogramas.

Los investigadores esperan, con esta primera pista concreta, poder desentrañar por fin el misterio del vuelo MH370 que iba desde Kuala Lumpur a y Pekín cuando desapareció sin dejar rastro.