El reino de Arabia Saudita llevó a cabo el pasado martes su ejecución número 90 en lo que va del año, con lo cual ya superó la cantidad de ejecuciones de todo 2014, según informaron hoy las autoridades saudíes.
El Ministerio saudí de Interior anunció en un comunicado -publicado por la agencia oficial de noticias SPA-, que el hombre ejecutado el martes en Riad, de nacionalidad paquistaní, había sido condenado por tráfico de drogas, y añadió que casi la mitad de las ejecuciones cumplidas este año se debe a esos delitos.
El hombre fue detenido tras ser sorprendido cuando intentaba transportar heroína en el estómago, indicó la agencia saudí, que no precisó la cantidad de droga ni el modo de ejecución.
Pese a que no hay cifras oficiales, los últimos datos de Human Rights Watch (HRW) apuntaban que en los cinco meses de este año habían sido ejecutadas 85 personas, contra 88 en todo 2014.
A la ejecución de hoy, se suman las decapitaciones de cuatro saudíes en los últimos dos días por asesinato y narcotráfico, por lo que ya se elevaría a 90 el número de penas de muerte practicadas, reportó la agencia de noticias EFE, El ultraconservador reino saudí defiende una interpretación extremista de la ley islámica y desde la llegada al trono, el pasado enero, de Salman bin Abdelaziz, aumentó considerablemente el número de ejecuciones, la mayoría de ellas mediante decapitación con sable.
En Arabia Saudita se condena a muerte a las personas encontradas culpables de asesinato, violación, narcotráfico y brujería, y se imponen castigos físicos como la lapidación, latigazos o amputación de miembros cuando hay acusaciones de homosexualidad o robo.
A pesar de las denuncias de numerosas organizaciones de derechos humanos, las autoridades saudíes hacen caso omiso a las peticiones para terminar con estos castigos.
Este mes, el Ministerio saudí de Servicio Civil hizo una oferta de trabajo para contratar a ocho verdugos, cuyas funciones serían ejecutar a sentenciados a muerte, principalmente decapitándoles con un sable, y realizar amputaciones a ladrones convictos.
