A pocos días para que concluya la campaña electoral en México, las ejecuciones, secuestros y amenazas en contra de los candidatos elevan la tensión en la sociedad de ese país.

Así, este pasado 25 de mayo, y en medio de un acto de campaña, fue asesinada Alma Rosa Barragán, quien fuera candidata de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de la ciudad de Moroleón ubicada en Guanajuato.

Según un análisis de Etellekt Consultores, entre el 7 de septiembre de 2020 (fecha en la que comenzó el actual proceso electoral) y el 30 de abril, fueron asesinados 31 personas, entre aspirantes y candidatos.

En una publicación del 5 de mayo de 2021, la consultora estimó que “la violencia contra políticos y candidatos se ha disparado en el periodo de campañas. El Indicador de Violencia Política en México (IVP) de Etellekt Consultores registró 476 hechos delictivos en contra de políticos y candidatos, con un saldo de 443 víctimas, 79 de ellas mortales (12 eran mujeres)”.

La consultora detalló que «el proceso electoral federal concurrente de 2021 es ya el segundo más violento desde el año 2000. El número de políticos y aspirantes asesinados es 29.5% superior a las 61 víctimas mortales del ciclo electoral intermedio de 2015; mientras que las agresiones globales (homicidios dolosos, amenazas, privaciones ilegales de la libertad, robos, intimidaciones y otros delitos), registradas hasta el 30 de abril de 2021, superan en 64% las cifras de violencia que se habían presentado hasta el mismo corte del periodo electoral 2017-2018, el más violento de la historia, a falta de un mes para la jornada electoral del próximo 6 de junio de 2021.

Según medios mexicanos, solo en el caso de candidatos, la cifra alcanzó las 14 ejecuciones, que según indicaron “en ninguno hay detenidos y todas las carpetas de investigación están en curso”.

La misma suerte corrió hace dos semanas, Abel Murrieta, candidato del mismo partido en la ciudad de Cajeme del Estado de Sonora, cuando tras un ataque armado en Ciudad Obregón perdió la vida.

Así, en el mes de marzo fue asesinada a balazos la candidata del PAN a la alcaldía de Ocotlán de Morelos en Oaxaca, la ex diputada Ivonne Gallegos Carreño.

Otros casos similares fueron los de Carla Enríquez Merlín, aspirante a la presidencia municipal de Cosoleacaque, sita en Veracruz, cuando el 15 de febrero fue ultimada junto a su madre Gladys Merlín Castro.

También el aspirante a un cargo electivo, el ex presidente de la Coparmex en San Luis Potosí, Julio César Galindo, fue asesinado como también lo fue el candidato a la presidencia municipal de Juventino Rosas de Guanajuato, Antonio Acosta Cano.

«El proceso electoral federal concurrente de 2021 es ya el segundo más violento desde el año 2000. El número de políticos y aspirantes asesinados es 29.5% superior a las 61 víctimas mortales del ciclo electoral intermedio de 2015; mientras que las agresiones globales (homicidios dolosos, amenazas, privaciones ilegales de la libertad, robos, intimidaciones y otros delitos), registradas hasta el 30 de abril de 2021, superan en 64% las cifras de violencia que se habían presentado hasta el mismo corte del periodo electoral 2017-2018, el más violento de la historia, a falta de un mes para la jornada electoral del próximo 6 de junio de 2021», reza la publicación del 5 de mayo de la consultora.

Más adelante agrega que «las agresiones en contra de políticos, aspirantes y candidatos en el actual proceso abarcaron a 31 entidades y 321 municipios de la república (13% del total de municipios)».