Miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) asesinaron a tiros a 300 funcionarios que trabajaban en el Comité Supremo Electoral iraquí, según lo denunciaron fuentes de seguridad y testigos.

El portavoz oficial de la Multitud Nacional, una fuerza militar de la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul, Mahmud al Sauaryi, explicó que al menos 50 de los fusilados en el campamento de Gazlani eran mujeres.

Por otro lado, la oficina nacional de la Comisión Electoral indicó en un comunicado que los yihadistas degollaron a otro grupo de sus empleados en Mosul.

Este organismo pidió a la comunidad internacional, Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos que «intervengan de inmediato para detener la masacre y los crímenes contra el pueblo iraquí», según la agencia de noticias EFE.

Familiares de las víctimas, citados por medios locales, aseguraron que los yihadistas les comunicaron la muerte de sus parientes, pero no les entregaron los cuerpos.

Los familiares recibieron esa información de un miembro del EI, que responde al nombre de Mahmud Salam, encargado de elaborar las listas de asesinados.

“Apóstatas e infieles”

Salam reveló que las víctimas «fueron fusiladas por apóstatas e infieles» y recibieron «su justo castigo por un tribunal de la sharía (ley islámica)» establecido por el grupo radical.

Asimismo, añadieron que les aseguró que en unos días se hará pública una lista que contiene 500 nombres de personas que fueron asesinadas en Mosul recientemente.

Hace dos días, el gobernador de Nínive, Ezel Nuyaifi, denunció la ejecución de 2.070 personas a manos del EI en Mosul en dos semanas, una cifra que ha sido corroborada por otros responsables iraquíes, como el presidente del Parlamento, Selim al Yaburi, aunque sin precisar las fechas de los asesinatos.

Además, un responsable de seguridad de la Unión Patriótica del Kurdistán, Hukar al Yaf, informó que el EI lanzó hace 20 días una campaña de arrestos masivos que está afectando a toda la ciudad de Mosul y que ayer se saldó con la detención de al menos 50 policías.

El EI se hizo con el control de Mosul el 10 de junio del año pasado y desde entonces amplió su control a otras ciudades del norte de Irak, donde declaró un califato en los terrenos bajo su dominio en ese país y en Siria.

En Afganistan, una ola de ataques ocasionó 44 muertos

Los tres atentados que golpearon Kabul en las últimas 36 horas dejaron en total 44 muertos y centenares de heridos, la peor jornada que sufre el país en 2015 tras la retirada de las tropas de la OTAN.

La ola de ataques es la primera en la capital afgana desde el nombramiento del sucesor del mulá Omar al frente de los talibanes, en medio de un dubitativo proceso de paz en ciernes, y en un momento en que las fuerzas afganas enfrentan por primera vez en solitario a los rebeldes.

En el segundo atentado, un suicida mató a 20 personas e hirió a otras veinte a la entrada de una academia de policía, desvelando graves fallas de seguridad.

Menos de 24 horas después, los insurgentes lanzaron un ataque contra Camp Integrity, una base cercana al aeropuerto de Kabul, donde están estacionadas fuerzas especiales estadounidenses, provocando nueve muertos.

Una parte de los talibanes, incluyendo la familia del mulá Omar, se niega a reconocer al nuevo jefe, al que acusan de proximidad con Pakistán, y denuncian una sucesión demasiado apresurada.

En la primera mitad del año, fuertemente marcada por la salida del contingente extranjero, la violencia contra los civiles dejó un saldo de 1.592 muertos y 3.329 heridos, según datos de la misión de Naciones Unidas en el país. Estos datos no incluyen a los policías y militares afganos muertos.