Los Estados de la Unión Europea (UE) y su órgano ejecutivo, la Comisión Europea, iniciaron acciones legales contra AstraZeneca ante la Justicia belga porque el bloque firmó su contrato con el laboratorio anglo-sueco en territorio belga y, por ende, bajo las leyes belgas.

Se acusa a la farmacéutica de violar el contrato al suministrar solo un cuarto de las dosis prometidas en el primer trimestre de 2021. Debido a esto, la UE pide a la justicia que obligue al grupo al grupo farmacéutico a entregar 90 millones de dosis más de su vacuna contra el coronavirus antes de julio. En caso de no cumplir (el contrato finaliza a mediados de junio), el laboratorio tendrá que pagar multas.

AstraZeneca entregó en el primer trimestre sólo 30 millones de dosis de los 120 millones que estaba obligado contractualmente a suministrar. Para el segundo trimestre sólo prevé entregar 70 millones de los 180 millones inicialmente prometidos.

Los abogados de la compañía han centrado su defensa en los argumentos de que el contrato estipula que AstraZeneca solo debía hacer «el mejor esfuerzo razonable» y que su producción sufrió demoras inevitables.

Sin embargo, ante la corte en Bruselas, el abogado de la UE, Rafael Jeffareli, dijo que la firma privilegió el suministro del Reino Unido y de otras naciones externas al bloque, y no aumentó su producción en su fábrica dentro de la UE, que queda en Países Bajos.

El letrado pidió a la corte imponer una multa de 10 millones de euros a la compañía y forzarla a pagar 10 euros por cada dosis por cada día de demora como compensación por haber violado el contrato.

Jeffareli aseguró que, durante meses luego de la firma del contrato, en septiembre pasado, la planta neerlandesa, operada por Halix, una filial de AstraZeneca, siguió proveyendo de vacunas a otros mercados.

«50 millones de dosis han sido desviadas hacia terceros países en violación flagrante del contrato»

Jeffareli, abogado de la UE

Los europeos reprochan al laboratorio farmacéutico -asociado a la Universidad de Oxford en la elaboración de la vacuna- no haber utilizado para las entregas a la UE sus dos plantas británicas, mencionadas en el contrato.

Esta audiencia judicial ocurre en momentos en que la vacuna de AstraZeneca enfrenta una clara desconfianza entre ciudadanos europeos por los muy raros casos de trombosis que puede provocar.