Cientos de empresas se vieron afectadas por la pandemia mundial del coronavirus. Entre ellas, las compañías que se dedican al turismo se vieron golpeadas desde el día cero. Un ejemplo claro son las que alquilan autos –más conocidas como rent-a-car-, cuyas reservas se han disuelto en pocos días.

Las reservas en algunos lugares se redujeron notablemente desde que comenzó la pandemia ya que “los viajeros” tuvieron que quedarse en sus casas. Pero la inversión sigue allí y en muchos casos también las oficinas abiertas.

Además, de las empresas que también sienten el golpe directo son los fabricantes de automóviles debido a que algunas de estas compañías han puesto fin a las compras

Recientemente, la mayor parte de los rent-a-car incorporaron la cancelación de la reserva sin costo, con lo que en estos momentos prácticamente no tienen ingresos dados que se ha producido la cancelación de la mayor parte de los contratos.

Tal es así que tanto Avis como Hertz han redirigido las compras. En tanto, algunos medios hablan de que esta segunda ha contratado asesores para considerar una bancarrota y que la industria automotriz ha apostado mucho por los incentivos para tratar de mover el inventario de sus lotes.

Esta decisión ha dejado a General Motors y Hyundai retomando autos que había cordado para Avis, Hertz y Enterprice. El mes pasado, Fiat intentó redirigir casi 30 mil vehículos que estas compañías habían vendido, pero no pudo transferirlos.

Asimismo, Avis tuvo que vender 500 millones en “bonos basura” y Hertz recibió una concesión de última hora sus prestamistas para evitar la bancarrota por poco.