Los aspirantes demócratas a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden y Bernie Sanders, dialogaron con inmigrantes y referentes de las comunidades latinas en sendos actos en los estados de California y Texas, un mes antes de la primera gran prueba para definir quién enfrentará a Donald Trump en las elecciones de noviembre próximo.

En un almuerzo con empresarios hispanos en Los Ángeles, Biden aseguró que sabe lo que es «ser humillado», al ser consultado por el comentario burlón de la ex vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, sobre su tartamudeo.

«(El tartamudeo) probablemente resultó ser el regalo que me dio una sensación de empatía y comprensión, de si eres una persona de color o eres una persona con una actitud diferente o eres un persona que se ve diferente», expresó el ex vicepresidente.

Al ser consultado sobre si creía que el discurso de Trump estaba favoreciendo los discursos de ese tipo, Biden respondió que sí y agregó que el presidente «no tiene empatía ni sentido de la decencia» y prometió que, de llegar a la Casa Blanca, va «a terminar» con esa idea de deportar «indocumentados que no han cometido un crimen serio».

En ese mismo sentido se pronunció Sanders ante unos 3.000 seguidores en una escuela de San Diego, cerca de la frontera con México.

El senador por Vermont prometió terminar con las medidas «racistas» y «antiinmigrantes» de la actual administración en caso de ganar en 2020.

Sanders dijo que de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven en el país la «mayoría son personas honestas trabajadoras» y que hacen una «enorme contribución a la economía estadounidense».

«Entendemos que la mayoría de esas personas vinieron a este país para escapar de la pobreza, para huir de la violencia y en busca de una mejor vida para ellos y sus hijos», agregó el senador, citado por la agencia de noticias EFE.

Se comprometió a que, de ganar la elección, el primer día de su gobierno acabaría con todas las «órdenes ejecutivas racistas de la Administración Trump en inmigración».

También prometió restaurar ese mismo día el estatus a los beneficiarios del programa Acción Diferida (DACA) aprobado en 2012 para proteger de la deportación a los jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños acompañando a sus padres.

Asimismo, prometió terminar con las prisiones privadas, los centros de detención de inmigrantes y las redadas de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que tanto «aterrorizan a la gente».

Sanders es el segundo favorito en las encuestas de intención de voto en las primarias demócratas, a unos ocho puntos porcentuales del ex vicepresidente Biden.

Sander seguirá hoy su campaña con actos en Los Ángeles y las Vegas acompañado de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, una de las estrellas del partido.

La primera gran prueba de los aspirantes a la candidatura demócrata se dará el próximo 3 de febrero en Iowa, cuando tengan lugar los «caucus» y los electores empiecen a elegir quién será el demócrata que se enfrente a Trump en noviembre.