La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya resolvió hoy que tiene competencia en el reclamo de Bolivia de obligar a Chile a mantener negociaciones sobre su reclamo de salida al mar.

El tribunal brindó su pronunciamiento hoy, en presencia de los agentes que Bolivia y Chile acreditaron en 2013, Eduardo Rodríguez Veltzé y Felipe Bulnes respectivamente.

«La Corte considera que el caso en disputa no ha sido resuelto (…) ni tampoco está bajo la jurisdicción de acuerdos o tratados en vigor», explicó el presidente del organismo con sede en La Haya,  Ronny Abraham.

La corte rechazó por 14 votos contra dos la objeción preliminar sobre la competencia de la corte, que había sido presentada por Chile, afirmando el tribunal tiene competencia en el diferendo, en base al Pacto de Bogotá.

La decisión de los 16 jueces, de los cuales uno sólo es latinoamericano, el brasileño Antônio Cançado Trindade, sólo constituye una etapa más en este proceso. El examen de la demanda podría tardar varios meses.

«Bolivia no ha ganado nada», afirmó la presidenta Michelle Bachelet tras conocer el fallo y destacó que «este pronunciamiento no afecta en nada nuestra integridad territorial».

Bachelet aseguró que «Chile no tiene temas de límites pendientes con Bolivia» y que la resolución del alto tribunal de Naciones Unidas no debe ser entendida en La Paz como un triunfo para sus aspiraciones de contar con un acceso soberano al océano Pacífico.

Bolivia, que acudió al tribunal en 2013, considera que en las últimas décadas hubo ofrecimientos y hasta negociaciones truncas con Santiago para la recuperación del acceso al mar y busca ahora una negociación «de buena fe».

Para Santiago, el tema está sellado en 1904 con un tratado firmado tras la guerra que enfrentó a fines del siglo XIX a Chile contra Perú y Bolivia, y donde este último perdió territorio y su único acceso al mar.

Pero para la Corte «las disposiciones relevantes del Tratado de paz de 1904 no abordan, ni explícita ni implícitamente, la cuestión de si Chile tiene la obligación de negociar un acceso soberano al Océano Pacífico de Bolivia», añadió Abraham al final de la audiencia.

En 1978 los dos países rompieron relaciones bilaterales cuando los entonces presidentes Hugo Banzer y Augusto Pinochet negociaron para resolver el histórico diferendo, sin éxito.

Bolivia, hoy uno de los países más pobres de Sudamérica, esperó la decisión con las banderas de la reivindicación marítima izadas en las gobernaciones y alcaldías, como lo pidió el lunes el presidente Evo Morales.

Bolivia perdió 400 kilómetros de costa, su única salida al mar, y 120.000 km2 de territorio en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883) contra Chile.

Al cabo de este conflicto, Perú, aliado entonces de Bolivia, se convirtió en vecino directo de Chile, que conquistó territorio a expensas de los dos países. En esta guerra, Lima perdió una cuarta parte de su territorio.

En este proceso, Perú tiene una posición expectante, pues una eventual salida al mar de Bolivia implicaría que Chile ceda territorios de su frontera norte que antes de la guerra pertenecieron a Perú. Un tratado firmado en 1929 establece que Chile debe consultar a Lima antes de ceder ese territorio a terceros.

En enero de 2014 la Corte Internacional de Justicia otorgó a Perú en un fallo histórico una parte de las aguas del Pacífico que estaban bajo control de Chile, legado de la guerra.

Este fallo permitió a Perú incorporar bajo su soberanía una porción de 50.000 km2 de aguas territoriales. Evo Morales consideró entonces que la decisión de la Corte era «muy favorable» a las aspiraciones de Bolivia.

El presidente de Bolivia, llamó este jueves al diálogo a Chile. «Somos un país de paz, somos un estado de diálogo y por eso quiero (..) convocar al gobierno de Chile a acompañar este proceso mediante el diálogo», planteó Morales en una declaración en el palacio boliviano de Gobierno, el Palacio Quemado.