Un numeroso grupo de bomberos del puerto de Santos, Brasil, continuaba con las tareas de control de las llamas y enfriamiento a raíz del incendio de cuatro tanques próximos a un almacén de combustibles y productos químicos

El fuego, aún no extinguido y que dejó alrededor de 15 personas heridas que trabajaban en el depósito perteneciente a la empresa Ultracargo, se habría originado a partir de una chispa lanzada por una lijadora, la que habría encendido fuego en una lona, propagándose a otros sectores.

Sin previsión para el control total del incendio, que según especialistas puede demorar unos cuatro días, los cerca de 100 bomberos especializados han tenido que retroceder y retomar varias veces para mantener su estrategia de enfriamiento de los tanques, que también almacenan combustibles diesel y etanol.

«Es difícil. La situación en general está controlada. Las llamas, sin embargo, son otra historia. No hay previsión de terminar con los trabajos. Uno de los tanques que explotó estaba repleto de gasoil», dijo el portavoz de los bomberos.

El depósito de combustibles en donde ocurrió el incendio almacenaba tres millones de litros de diesel y su propagación afectó otros cuatro tanques próximos, en los que se presentaron durante el día siete explosiones.

Desde el Cuerpo de Bomberos de Santos explicaron que las dificultades aumentaron porque las altas temperaturas de los tanques próximos, que alcanzan los 800 grados centígrados, hacen evaporar el agua utilizada para apagar las llamas.

Mientras tanto, un navío extrae agua del mar para ser usada por los bomberos, y un camión tanque de espuma es mezclada para enfriar los tanques.

Ante la gravedad del siniestro, el complejo industrial, que alberga unos 40 tanques de almacenamiento de combustibles y productos químicos, fue evacuado en su totalidad.