La capital de Brasil, Brasilia, se diferenció del gobierno central del presidente Jair Bolsonaro y adoptó por cinco días medidas contra el coronavirus, como la suspensión de clases en todos los niveles y de eventos y la obligación a bares y restaurantes de separar por dos metros las mesas.

El gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, decretó la suspensión de las clases a partir de hoy en todos los niveles, en la red pública y privada, a la que concurren 600.000 estudiantes.

«Los bares y restaurantes deberán observar en la organización de sus mesas una distancia mínima de dos metros entre ellas», dice el decreto.

En tanto, en Río de Janeiro, la Secretaría de Salud del estado confirmó 2 casos autóctonos -transmitidos en territorio brasileño- de coronavirus, que aún no fueron subidos al sistema del Ministerio de Salud nacional.

Se trata de dos casos que se suman a los autóctonos registrados en el estado de San Pablo, que concentra la mayor parte de contaminados por Covid-19.