Esta semana se emitió, como todos los miércoles, un nuevo programa de Café Internacional. En este caso, y a razón de los acontecimientos ocurridos en Medio Oriente durante el fin de semana pasado, la producción del programa definió realizar una entrega especial sobre el conflicto entre el Estado de Israel y la organización palestina Hamas, dada la complejidad del asunto, los intereses en juego y la responsabilidad con la que deben comunicarse este tipo de hechos.
El día sábado 7 de octubre, la milicia palestina Hamas, que controla la Franja de Gaza, realizó un ataque con cohetes seguido de la entrada de milicianos al territorio israelí a través de la cerca que divide ambas áreas y el traspaso aéreo por parapentes y paracaídas. A partir de allí, comenzó una cacería por los poblados cercanos a la frontera gazatí y el secuestro de personas. Se estima, hasta ahora, que hay alrededor de 1200 muertos y más de 100 ciudadanos israelíes rehenes que fueron llevados a la Franja.
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La respuesta de Israel no se hizo esperar: Gaza, un territorio pequeño, muy pobre y densamente poblado con 2 millones de personas en su interior, recibe bombardeos diarios mientras el Ejército israelí se prepara para una invasión a gran escala sobre el enclave costero. Se estima que la población palestina que vive en Gaza ya contabiliza 1100 muertos y más de 3000 heridos.
Esta escalada de violencia es inédita por varios motivos, pero lo concreto es que se trata de una falla histórica de la seguridad y la inteligencia israelí, percibida como imbatible durante décadas y ahora vulnerada por un grupo armado sin la sofisticación para realizar una operación de esta magnitud. Además, el elemento propagandístico juega un importante papel, dado que tanto la “Tormenta de Al-Aqsa”, como bautizó Hamas su operación militar, como la represalia israelí denominada “Espadas de Hierro”, fueron publicadas por sus autores.
Además de la congoja que despiertan estas noticias, no solo por las consecuencias sobre los civiles de ambos bandos y por la posibilidad de que el conflicto se extienda, sino también por la ligazón histórica que nuestro país tiene con las comunidades árabe y judía, el desafío está en explicar cada una de las variables que han conducido a esta situación. En ese sentido, tuvimos como invitado a Fabián Drisun, Licenciado en Relaciones Internacionales, analista de Fundamentar y miembro del Grupo de Estudios sobre Medio Oriente de la Universidad Nacional de Rosario.
Fabián realizó un exhaustivo análisis de los actores regionales, los intereses al interior de la coalición de gobierno en Israel y la percepción de la situación en el mundo árabe. Su explicación complementa de manera muy completa el análisis que Santiago Toffoli y Emilio Ordoñez realizaron en el marco de esta situación que se vive en la región.
El programa de esta semana tiene mucha información que es necesario repasar más de una vez, para intentar contar con todas las herramientas para comprender por qué sucede lo que sucede y por qué este conflicto, que lleva siglos sin resolverse, vuelve a estallar en nuestros días.
Para ello, dejamos el enlace al programa y los invitamos a sintonizar Café Internacional, todos los miércoles en la pantalla de Conclusión TV.
