Un camión cayó a un precipicio este martes en los Andes peruanos y dejó 23 muertos y 15 heridos.

El colectivo se precipitó a un abismo de 300 metros de profundidad, parte de un estrecho cañón por cuyo fondo transcurre el río Apurímac, a su paso por la remota provincia de Paruro, en la sureña región de Cusco.

El accidente ocurrió el lunes alrededor de las 16 pero el rescate de las víctimas se demoró casi un día por la compleja ubicación del lugar, que requirió la participación de miembros del Unidad de Montaña de la Policía Nacional.

En el lugar del accidente murieron 21 personas mientras que otras dos perecieron en dos hospitales distintos de la región a los que habían llegado en estado grave.

Los fallecidos fueron trasladados a la morgue central de Cusco, capital de la homónima provincia, para realizar las investigaciones pertinentes.

El colectivo, de la empresa «María Belén», viajaba con casi 40 pasajeros a bordo y cubría la ruta entre Cusco y Santo Tomás cuando se accidentó cerca del municipio de Paccarectambo, al que se llega por una estrecha carretera de pronunciadas curvas que discurre en mitad de profundos precipicios.

Los mismos sobrevivientes y pobladores de la zona ayudaron a los heridos a salir del abismo y conducirlos a los centros de salud.