La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamó hoy paralizar las actividades por tiempo indefinido en las universidades y colegios secundarios a partir del próximo miércoles, en protesta por la ausencia del sector en las discusiones por la reforma educativa.

La convocatoria fue lanzada en momentos en que más de 80 facultades de distintas regiones chilenas y más de 20 liceos nacionales están afectadas por tomas, paros o jornadas de reflexión en demanda de una mayor participación de los estudiantes en la elaboración del proyecto definitivo de reforma.

“Como Confech, hemos decidido materializar esta ofensiva en el sentido de que ya no solamente se van a tratar de universidades -las que posiblemente van a paralizar- sino que también en este caso el llamado es a los centros de formación técnica (CFT), a los Institutos Profesionales (IP), en conjunto con los estudiantes secundarios y también los profesores”, dijo a la prensa local el vocero de la Confederación, Gabriel Iturra.

A su turno, el vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Diego Arraño, dijo en declaraciones difundidas por la versión online de La Nación que en Chile hay «un Gobierno que todo lo que ha hecho, todas las reformas y todas las leyes, lo ha hecho en pos de beneficiar al empresariado, y dejando en desmedro al movimiento social y al pueblo de Chile”.

“Tenemos la clara necesidad de construir una reforma para y por el pueblo. No puede ser que hoy la reforma sea construida entre cuatro paredes», añadió.

Entre sus demandas, los estudiantes exigen conocer el proyecto de reforma a la educación superior antes de su envío al Congreso, así como el fin del lucro en las universidades, la gratuidad de la enseñanza y el traspaso de la administración de los colegios desde los municipios al Ministerio de Educación.

La reforma en discusión pone en juego la gratuidad de la enseñanza y la calidad del magisterio.

La semana pasada, en coincidencia con el décimo aniversario de la llamada de Revolución de Pingüinos, como se llamó a una histórica rebelión estudiantil, se produjo una irrupción de jóvenes en el Palacio de la Moneda y una manifestación terminó con 117 detenidos.