Los embajadores de China en el Reino Unido (RU) y en Alemania, le dejaron claro a la prensa europea que el gobierno de China va a actuar si es que la situación en Hong Kong se vuelve “incontrolable”.

Liu Xiaoming, embajador de China en el Reino Unido dijo a periodistas en Londres que el gobierno chino “no se va a quedar de brazos cruzados viendo lo que ocurre. Tenemos suficientes soluciones y poder suficiente en el marco de la Ley Básica para sofocar rápidamente cualquier disturbio…

Esperamos que esto concluya de modo ordenado. Mientras tanto estamos preparados para lo peor”.

Wu Ken, embajador de China en Alemania, del mismo modo le dijo a la televisión ZDF que “la situación actual es ante todo responsabilidad del gobierno de la SAR [siglas en inglés de la Región Administrativa Especial de Hong Kong]. Pero si el gobierno de Hong Kong no puede controlar la situación, el gobierno central deberá por supuesto ayudarlo”.

La BBC informó de forma arrogante que el embajador Liu insistió en recordarle a Londres que ya Hong Kong no es parte del imperio británico, cuando un periodista le preguntó sobre la propuesta que hizo Tom Tugendhat, presidente del Comité Selecto de Relaciones Exteriores de la Cámara de los Comunes, de extender los derechos de ciudadanía del Reino Unido a los chinos en Hong Kong. “Creo que muchos de ellos todavía consideran a Hong Kong parte del imperio británico, y tratan a Hong Kong como parte del RU. Van a tener que cambiar su modo de pensar, ubicarse correctamente, y reconocer que Hong Kong es parte de China, no del RU”, respondió Liu.

Liu hizo hincapié en la hipocresía del Reino Unido que pide de China “moderación” y diálogo.
“¿Permitiría el Reino Unido que extremistas irrumpieran en el palacio de Westminster y dañara sus instalaciones y no paguen por ello? ¿Les daría permiso el RU de atacar a los funcionarios de la policía con armas letales o incendiar las estaciones de policía sin imponer castigo alguno? ¿Permitiría el RU que los supuestos manifestantes por la democracia ocuparan el aeropuerto, que obstruyeran el tráfico, alteraran el orden social, o pusieran en peligro la vida de las personas y de las propiedades? Todo esto ¿no se consideran delitos en el RU?”. (Para no mencionar el tratamiento que le dieron los británicos a los irlandeses, para no ir muy lejos).

Atacó verbalmente a las “fuerzas extranjeras” y a las “organizaciones extranjeras” que están interviniendo en la situación de Hong Kong, por su apoyo político y financiero a los manifestantes, y subrayó que estas acciones así como las declaraciones hechas por funcionarios extranjeros, incentivan a los manifestantes a ser violentos. Eso fue lo que sucedió con las reuniones sostuvo la Oficina de Relaciones Exteriores con líderes de la oposición de Hong Kong, afirmó.

El embajador Liu manifestó su confianza en que al gobierno de la SAR le sería posible manejar la situación. “Este es un momento crítico para Hong Kong. Esperamos que estos finalice de un modo ordenado, sin embargo estamos preparados para lo peor”, afirmó. Señaló cuatro criterios que el gobierno chino ha indicado que se deben seguir para resolver la crisis. Primeramente, el gobierno le da todo su apoyo al gobierno de la SAR. También incentiva a los ciudadanos de Hong Kong a que no apoyen la violencia. Segundo, los infractores violentos deben ser presentados ante la justicia; tercero, las fuerzas extranjeras deben dejar de intervenir en Hong Kong, y cuarto, los medios de comunicación deben mostrar su parte de responsabilidad al informar de forma objetiva la situación en Hong Kong. “Pocos medios de comunicación han informado sobre la violencia en Hong Kong”, dijo Liu. “Han habido informes selectivos y distorsionados en los medios de comunicación occidentales”, agregó. Para iluminarlos, les mostró un video de diez minutos presentando parte de los actos de violencia en Hong Kong.