El banco central de China anunció este lunes una nueva reducción del coeficiente de reservas obligatorias impuesto a los bancos, para tratar de incitarlos a acordar más préstamos a fin de incentivar el crecimiento
económico.

El recorte de las ratios es de 0,5 puntos porcentuales, precisó el Banco de Pueblo Chino (PBOC, banco central) en un comunicado.

El anuncio se produce pocos días después de una reunión en Shanghai de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20, que se comprometieron a usar «todos los instrumentos» a su alcance para «fortalecer la recuperación» económica global.

La medida precede además la inauguración el próximo fin de semana de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el parlamento de este país gobernado por el Partido Comunista (partido único).

China, que actuó como motor de la economía mundial después de la crisis global de 2007-2008, está en fase de desaceleración. Su PIB creció un 6,9% en 2015, su mínimo nivel en un cuarto de siglo, muy por debajo de los índices de dos dígitos que ostentaba pocos años antes.

La desaceleración podría proseguir, y el primer ministro Li Keqiang, según analistas, anunciará ante la ANP que el crecimiento del PIB se situará este año en una franja de 6,5% a 7%.

El último recorte de los encajes (porcentaje de reservas obligatorias que los bancos deben abstenerse de poner en circulación) data de octubre de 2015. También había sido de 0,5 puntos porcentuales.

El PBOC explicó en un comunicado que la medida apunta a «mantener el nivel de liquidez y a orientar un crecimiento estable de la moneda y el crédito».

El gobernador del PBoC, Zhou Xiaochuan, afirmó el viernes ante sus pares del G20 que China todavía tenía margen para recurrir a instrumentos monetarios con el fin de dar impulso a su economía.

El PBOC trató por todos los medios de frenar la ralentización. Desde fines de 2014, redujo en seis ocasiones las tasas de interés (a fin de abaratar el crédito) y recortó varias veces el nivel de los encajes bancarios.

Esas medidas surtieron efecto, pero con una contrapartida, pues provocaron un fuerte aumento del endeudamiento, con los riesgos consiguientes de moratorias.

Precisamente, el PBOC sorprendió la semana pasada al anunciar que elevará los encajes de los establecimientos bancarios que «ya no responden a los criterios exigidos para beneficiarse de los coeficientes preferenciales de reservas obligatorias».

El monto de los créditos otorgados por los bancos chinos en enero se cuadruplicó respecto a diciembre, totalizando 2,5 billones de yuanes (385.000 millones de dólares).

El anuncio de este lunes podría apuntar a tranquilizar a los mercados, que viven en estado de gran agitación desde inicios de año.

Este mismo lunes, la Bolsa de Shanghai perdió un 2,86%, al cabo de una sesión en la cual había llegado a depreciarse más de 4%.