Por Nabih Yussef*

En los estudios de Conclusión Internacional, el periodista colombiano Giancarlo Luna dio su punto de vista sobre el proceso de paz en Colombia y el reciente atentado terrorista en Bogotá. El hecho produjo la muerte de 3 persona y dejó a otras 9 heridas, amenazando el delicado equilibrio de las negociaciones entre la guerrilla con el gobierno del Juan Manuel Santos.

Con más de 170.000 muertes de la sociedad civil y al menos 25.000 desapariciones forzadas, según datos oficiales del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia, el país continua la pesadilla de un conflicto armado que tiene más de 50 años de historia.

El reciente atentado perpetrado en un shopping comercial de la capital bogotana, dejó -por momentos- sin aire, la entrega pactada de armas de las FARC a las autoridades de la Organización de Naciones Unidas. El gobierno anunció de manera escueta que posee tres hipótesis sobre el origen del atentado, que adelantaron, no darán a conocer a la prensa. Sin embargo, una de esas hipótesis fue filtrada por el gobierno, adjudicando el ataque al Movimiento Revolucionario del Pueblo, pese a que el grupo guerrillero negara ser artífice del hecho en un comunicado transmitido por Radio Caracol.

Aunque Santos no lo diga, una hipótesis podría tener en la mira a los sectores de la ultraderecha colombiana, ligadas a los grupos paramilitares que responden al Senador Álvaro Uribe. No obstante, oficializar esta presunción política y dotarla de contenido penal, podría llevar a un nuevo enfriamiento de las conversaciones entre Santos y Uribe para llegar a un punto de acuerdo y unificar criterios frente a la guerrilla.

Para el periodista Giancarlo Luna, “hay fuerzas políticas oscuras en Colombia, que les interesa generar este tipo de atentados”. Para Luna, la continuidad de los atentados de facto, ponen en jaque el proceso de paz y vuelca la atención de la ciudadanía al horror y la bestialidad con la que ejerce la guerrilla su poder político.

La visita programada del Papa Francisco el próximo septiembre, simboliza la continuidad de los esfuerzos por la paz, al mismo tiempo que representa un desafío para la inteligencia colombiana, que deberá velar por la seguridad del Sumo Pontífice, a pesar de las evidentes fallas que demuestra para contener los ataques en la capital del poder político del Estado.

*Analista internacional, subdirector de www.CEIEP.org