La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, retomó este viernes la demanda de que Escocia celebre un nuevo referendo de independencia del Reino Unido luego de que el país salga esta noche de la Unión Europea (UE) y dijo que la consulta podría ser este mismo año, pese a la firme negativa manifestada días atrás por el gobierno británico.

«Es posible tener un referendo en 2020 y haremos todo lo que esté en nuestras manos», dijo Sturgeon en el discurso en Edimburgo en el que anunció que su gobierno está a favor de utilizar la misma pregunta realizada en un referendo celebrado en 2014, cuando el 55% de los escoceses rechazó la separación.

La dirigente, líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), afirmó además que su gabinete cuenta con un «mandato democrático muy fuerte», por lo que será insostenible para el Ejecutivo del primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, seguir negándose a negociar un nuevo plebiscito.

Sturgeon matizó, no obstante, que la consulta deberá ser «legal y vinculante» para que cuente con el reconocimiento de la comunidad internacional.

Una abrumadora mayoría de los escoceses votaron en contra del Brexit en el referendo de separación de la UE de mediados de 2016.

Sturgeon señaló que la salida del Reino Unido de la UE, tendrá lugar «en contra del deseo de la abrumadora mayoría de la gente en Escocia», lo que imprime legitimidad a esta nueva cita con las urnas.

Reino Unido dejará formalmente el bloque a las 23 (las 20 de Argentina) de hoy para ingresar en un período de transición que durará hasta diciembre de este año y durante el cual el país seguirá cumpliendo con todas las normas del bloque mientras ambas partes negocian contra reloj un acuerdo comercial para después de la desconexión total.

«El Brexit ha puesto a Escocia en el camino equivocado. Y cuanto más transitemos por él, más tardaremos y más difícil será volver al camino correcto. Necesitamos volver a él lo antes posible», declaró y precisó que la «única forma» de hacerlo es conseguir un estado propio, según informó la agencia de noticias EFE.

La ministra principal insistió en que no impulsará una consulta que no cuente con el acuerdo de Londres, y citó el caso de Cataluña como un ejemplo «que no conduce a la independencia».

«He descartado un referendo ilegal, si alguien quiere eso de mí no lo va a obtener. Cataluña es la prueba de que si el proceso no tiene legitimidad y legalidad no puede conducir a la independencia», reiteró, antes de recordar que hizo campaña «durante toda la vida» para tomar «un camino» que verdaderamente pueda conducir a la separación.

En los próximos meses, el gobierno escocés publicará una serie de documentos que, según Sturgeon, contendrán «la información y las respuestas» que la gente necesita para tomar una decisión sobre la independencia.

El mes pasado, el Parlamento escocés aprobó una ley de referendos que le permitiría organizar la consulta, pero todo ello puede quedar en nada si el gobierno de Johnson mantiene su rechazo a transferirle los poderes que pondrían un referendo legal en manos de la cámara regional.