El Presidente electo de Bolivia, Luis Arce, quien asumirá el cargo el 8 de noviembre, informó que tiene la intención de trabajar estrechamente con Rusia, “a partir de asumir en el gobierno” para “restablecer relaciones, volver y continuar lo que estábamos haciendo”, antes del golpe de Estado de noviembre de 2019 con el que derrocaron al Presidente Evo Morales. En una entrevista con Sputnik, Arce señaló que continuarán con la construcción del primer Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear que se estaba construyendo en colaboración con Rosatom, de Rusia, en la ciudad de El Alto, el cual tendría un reactor de investigación, medicina nuclear y capacidades para irradiar alimentos, cuyo avance fue congelado por el golpe de Estado encabezado por la fanática religiosa derechista Jeanine Áñez. Arce manifestó la voluntad de reunirse con el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, tan pronto como sea posible, y enumeró una lista de “proyectos estratégicos” en los cuales Rusia y Bolivia pueden colaborar, entre ellos la construcción “del corredor bioceánico, que teníamos en mente, para unir el Atlántico con el Pacifico a través de Bolivia”. Morales organizó con mucha energía por este proyecto durante muchos años, señaló Arce, pero se detuvo por completo cuando lo derrocaron.

En la lista de Arce también es una prioridad la industrialización para lograr sustituir las importaciones, de manera que Bolivia no tenga que importar ciertas materias primas y productos terminados. En particular mencionó la “industrialización del litio…y la producción y exportación de baterías de litio, que va a dar, adicionalmente, 41 nuevas industrias derivadas”, aseguró. El mejoramiento de la tecnología agrícola, desarrollar la industria del acero, las telecomunicaciones así como aprovechar la oferta de Rusia de darnos la vacuna Sputnik V para el tratamiento contra el coronavirus, también son prioridades. El «programa de seguridad con soberanía alimentaria” es otro asunto crucial para Bolivia, añadió, e hizo hincapié en que, también, hay muchos productos agrícola que Bolivia puede exportar.

Y si hablamos de la industrialización y de las materias primas, y la posibilidad de asociarse con compañías extranjeras, Arce recalcó que el Estado tendría, como lo manda la Constitución, el 51% sobre cualquiera de esos proyectos. Y dado que Bolivia tiene planeado exportar electricidad a los países vecinos, añadió que deberá continuar desarrollando proyectos para la industrialización del gas y continuar con la producción del polipropileno y el polietileno. Con esto, y unos cuantos más proyectos estratégicos, pronosticó Arce, Bolivia debe poder alcanzar un “PNB positivo” en «un año y medio, o dos años por lo menos».