El número de fallecidos por el paso del Huracán Otis, que azotó el pasado miércoles la costa sur del Pacífico mexicano, ascendió a 39 muertos y 10 personas permanecen desaparecidos, mientras las cifras de damnificados supera al millón de habitantes. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad, detalló que 19 de las víctimas son hombres y diez mujeres y que, según las primeras investigaciones, habrían fallecido ahogadas. Mientras que la ayuda comenzó este sábado con mayo intensidad, informaron las autoridades.

En la ciudad mexicana de Acapulco, devastada por el huracán Otis, se desplegado más de 17.000 militares y efectivos de la Guardia Nacional, pero también el gobierno se vio obligado a reforzar la seguridad callejera en medio de escenas de saqueos de comercios y asalto de camiones que llevan agua y alimentos, consignó la agencia AFP.

Además, ya se siente la escasez de combustibles en esta ciudad del estado de Guerrero, en la costa sur de México, en medio de los síntomas de desabastecimiento por la interrupción que se registró de las vías de comunicación.

En esos controles, fueron decomisadas bebidas alcohólicas, electrodomésticos y hasta juguetes, que se presume fueron sustraídos de tiendas, producto de los saqueos.

El gobierno mexicano detalló en un comunicado que ya entregaron 1.170 canastas de ayuda y este sábado se pretendía distribuir otras 10.000 en los sectores más empobrecidos de Acapulco, una ciudad portuaria de 780.000 habitantes.

Según se anunció oficialmente unas 200.000 casas resultaron afectadas o destruidas, el 80% de los hoteles están severamente y numerosos comercios y restaurantes quedaron en ruinas.

Las primeras estimaciones de los daños que deja el paso de Otis evalúan que ascienden a unos 15.000 millones de dólares, según la consultora Enki Research, especializada en fenómenos naturales.