Los ministros de Finanzas y de Salud británicos renunciaron este martes a sus cargos con críticas al primer ministro Boris Johnson, tras una serie de escándalos que sacudieron a su Gobierno, el último sobre la forma en que manejó las denuncias contra un diputado oficialista acusado de abuso sexual.

«La gente espera con razón que el Gobierno se lleve a cabo de manera adecuada, competente y seria», indicó Rishi Sunak, hasta ahora al frente de la cartera de Finanzas, al hacer pública su dimisión en Twitter. «Creo que vale la pena luchar por estos estándares y es por eso que renuncio», agregó. Sunak fue quien habían impulsado el impuesto a la renta inesperada, que trajo un amplio debate en el país británico.

Minutos antes, el ministro de Salud, Sajid Javid, dijo en una carta que el pueblo británico «espera integridad de su Gobierno», pero los votantes ahora pensaban que la administración de Johnson no era competente ni actuaba en interés nacional.

Las renuncias se producen después de que el líder conservador se disculpara por nombrar a Chris Pincher para un puesto en el Gobierno, pese a las denuncias de conducta inapropiada contra el parlamentario.

El legislador fue suspendido del Partido Conservador luego de ser acusado de «manosear a dos hombres», al parecer bajo cuando estaba los efectos del alcohol en un club privado en Londres. Según el análisis de los medios británicos, el primer ministro se encuentra en una posición muy delicada tras la dimisión de dos de los ministros clave de su Gobierno.

Johnson reconoció que debería haber despedido a Pincher al ser informado sobre las denuncias en su contra cuando era ministro del Ministerio de Relaciones Exteriores en 2019, pero, en cambio, el premier lo nombró para otros cargos gubernamentales. «Creo que fue un error y me disculpo por ello», dijo cuando se le preguntó sobre el caso.

«Pido disculpas a todos los que se vieron gravemente afectados por esto. Quiero dejar absolutamente claro que no hay lugar en este Gobierno para nadie que sea depredador o que abuse de su posición de poder», afirmó. Este caso se suma a otros casos similares en el Partido Conservador en los últimos meses.

El primer ministro superó a principios de junio un voto de confianza promovido desde sus propias filas, después de que varios legisladores enviaran cartas a un comité del Partido Conservador en el que manifestaron su oposición a la continuidad de su líder.

Esta misiva estuvo motivada por el escándalo de las fiestas de la residencia oficial celebradas a pesar de las restricciones contra la Covid-19 durante la pandemia.