La isla portuguesa de Madeira estaba este jueves de luto, un día después de la muerte de 29 turistas alemanes en un accidente de autobús que acababa de dejar su hotel para conducirlos a un restaurante.

Imágenes de dron tomadas poco después del accidente, el miércoles a las 18H30 locales (17H30 GMT), muestran al bus de color blanco acostado sobre su lado derecho, con los vidrios rotos y una parte del techo aplastado, por las vueltas de campana que dio el vehículo.

El bus se salió de la carretera en una curva, y cayó una decena de metros más abajo sobre una vivienda construida en el flanco de una colina.

El accidente, cuyas razones aún se ignoran, se produjo en una carretera secundaria cerca de la localidad de Caniço, situada entre las ciudades de Funchal, la capital regional, y la de Santa Cruz, más al este.

El grupo de turistas, que compraron su viaje en la misma agencia alemana, acababa de dejar el hotel Quinta Splendida, donde estaban alojados, para ir a cenar a Funchal, indicó a la AFP una empleada del hotel.

En el accidente murieron 11 hombres y 18 mujeres de nacionalidad alemana, la mayoría de ellos de entre 40 y 50 años, según las autoridades locales.

La fiscalía de Madeira abrió una investigación, mientras el vicepresidente del gobierno regional, Pedro Calado, considero «prematuro» adelantar las causas del accidente, pues el autobús tenía cinco años y acababa de ser objeto de inspección.

«Imágenes horribles»

Los heridos «están desde luego en estado de conmoción, tienen en memoria imágenes horribles», relató a la cadena RTL Alemania Ilse Everlien Berardo, pastora de la Iglesia evangélica alemana, residente en Madeira, que fue movilizada para ayudar a sus compatriotas.

El primer ministro portugués, Antonio Costa, afirmó en Twitter haberse puesto en contacto con la canciller alemana, Angela Merkel.

«Fue con profundo pesar que tuve conocimiento del trágico accidente ocurrido en Madeira», lamentó el jefe de gobierno socialista.

«En nombre del gobierno portugués, presento mis más sentidas condolencias a todas las personas afectadas. También ya tuve la ocasión de transmitirle todo mi pesar a la canciller Angela Merkel en estos momentos difíciles», agregó.

En Lisboa, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, anunció que iría al lugar del siniestro.

«Expreso la tristeza y la solidaridad de todos los portugueses, en este momento trágico, en especial a los familiares de las víctimas, que según se me ha dicho son todas alemanas», declaró el jefe de Estado portugués.

Según la prensa local, habría entre los heridos dos portugueses, el chofer del autobús y un guía turístico.

Equipos de los servicios forenses debían trasladarse desde la capital a Madeira para ayudar a las autoridades de la isla a efectuar las autopsias de las víctimas.

Situada a unos 500 kilómetros de la costa de Marruecos, la isla portuguesa de Madeira, conocida como «la perla del Atlántico», atrae cada año, con sus paisajes volcánicos y su clima templado, a miles de turistas extranjeros, la mitad de ellos británicos o alemanes.

El archipiélago, formado por dos islas principales -Madeira y Porto Santo-, cuenta con 270.000 habitantes, de los cuales más de 130.000 viven en Funchal, la capital regional, y cuya costa está totalmente urbanizada con hoteles de lujo y complejos turísticos.