Estados Unidos impuso este jueves sanciones contra Rusia y expulsó a 10 diplomáticos en respuesta a la supuesta injerencia electoral y las actividades cibernéticas de Moscú. La Casa Blanca dijo en un comunicado que el presidente Joe Biden firmó una nueva orden ejecutiva de sanciones contra Rusia.

De acuerdo con la orden, el Departamento del Tesoro estadounidense emitió una directriz que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado primario de bonos denominados en rublos o en otra moneda emitidos después del 14 de junio de 2021 por el Banco Central de Rusia, el Fondo de Riqueza Nacional o el Ministerio de Finanzas.

El Tesoro también designó a seis empresas tecnológicas rusas que «prestan apoyo al programa cibernético de los Servicios de Inteligencia rusos», y a 32 entidades e individuos relacionados con la injerencia en la elección presidencial estadounidense de 2020, señaló el comunicado.

Además, el Tesoro, junto con la Unión Europea, Reino Unido, Australia y Canadá, incluyó en la lista negra a ocho personas y entidades por la cuestión de Crimea.

Estados Unidos está expulsando a 10 miembros del personal de la misión diplomática rusa en Washington D.C., añadió el comunicado, el cual indicó que el personal «incluye a representantes de los servicios de inteligencia rusos».

El comunicado también acusó al Servicio de Inteligencia Exterior ruso de llevar a cabo el supuesto jaqueo de SolarWinds el año pasado.

Estas medidas fueron tomadas días después de que Biden advirtió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una llamada telefónica, que Estados Unidos «actuará con firmeza en defensa de sus intereses nacionales en respuesta a las acciones de Rusia, como las intrusiones cibernéticas y la injerencia electoral».

Respuesta inmediata

El Kremlin ha dicho en repetidas ocasiones que las acusaciones sobre la supuesta intromisión de Rusia en las elecciones estadounidenses de 2020 son infundadas y lamentables, y las ha calificado como un pretexto para imponer sanciones adicionales.

Las relaciones entre Washington y Moscú han sido conflictivas durante los años recientes. Los dos países se dividieron duramente por Ucrania, Siria y cuestiones de ciberseguridad, y se acusan mutuamente de injerencia política interna.

La Cancillería rusa convocó este jueves al embajador de Estados Unidos en Moscú, John J. Sullivan, y aseguró que dará una «respuesta contundente» a las nuevas sanciones impuestas por Washington.

«Ese comportamiento agresivo, sin duda alguna, se enfrentará a un enérgico rechazo; la respuesta ante las sanciones será contundente», adelantó la vocera de la cartera, María Zajarova, en su conferencia de prensa diaria.

En la misma línea, explicó que el Ministerio «convocó al embajador de Estados Unidos» para una «conversación que será dura para la parte estadounidense».

También se pronunciaron los propios servicios de inteligencia extranjeros rusos (SVR), que calificaron de «delirios» las acusaciones de Estados Unidos.

«Leer estos delirios tiene poco interés», afirmó el SVR en un comunicado enviado a la agencia de noticias rusa Sputnik.

Aliados

Mientras crece la incertidumbre por cuál será la represalia que tomará Rusia, los principales aliados de Estados Unidos salieron de inmediato en su apoyo.

La Cancillería del Reino Unido no solo apoyó a su tradicional socio, sino que llamó a consultas al embajador de Rusia, Andrei Kelin, y la Otan aseguró que Moscú sigue «un patrón de desestabilización» que también incluyó injerencias en Ucrania y Georgia.

La alianza militar, creada en la Guerra Fría para contener lo que las potencias occidentales veían como la amenaza soviética, también acusó a Rusia de promocionar ataques en Afganistán y la actual escalada en la frontera ucraniana y en la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

La Unión Europea (UE), por su parte, también manifestó su apoyo a Estados Unidos, prometió continuar «investigando las actividades cibernéticas maliciosas con miras a una acción sostenida» y defendió las labores diplomáticas del bloque para interceder ante la creciente tensión en el este de Ucrania.

Pero antes de terminar la jornada, Biden reivindicó su charla con Putin con detalles que hasta acá no habían trascendido, como que le dejó en claro a su par ruso que es “inquebrantable” el respaldo de Washington a sus “aliados y socios en Europa”, en referencia a Ucrania, de modo que Moscú debía “abstenerse de cualquier acción militar».

Biden también dijo que acuerda con su par ruso en que una comunicación más personal es esencial para construir una relación eficaz.

«Cuando hablé con el presidente Putin, expresé mi creencia de que la comunicación entre dos de nosotros personal y directamente debía ser esencial para avanzar hacia una relación más efectiva y él [Putin] estuvo de acuerdo en ese punto», afirmó, y ratificó, ahora con algún detalle más, la idea de una reunión: “propuse que nos reunamos en persona este verano en Europa para una cumbre para abordar la gama de problemas que enfrentan nuestros dos países».