Durante la edición de este año, que tuvo lugar del 27 al 28 de agosto y congregó a más de 2 millones de asistentes, la tasa de apuñalamientos alcanzó su punto más alto desde 2016, según informó este miércoles la Policía Metropolitana (Met).

Tanto la Met como la Ciudad de Londres y la Policía de Transporte Británica realizaron una enorme operación de seguridad desplegando miles de agentes para supervisar el evento.

A pesar de los meses de preparación junto a organizadores y autoridades locales, el Carnaval no escapó a la violencia.

Ocho personas resultaron apuñaladas, entre ellas un hombre de 29 años que quedó en estado crítico tras un incidente en Warfield Road y otro de 19 años en Ladbroke Grove.

Otros seis hombres, de entre 18 y 40 años, sufrieron heridas en ataques separados el lunes por la noche cuando la festividad llegaba a su fin.

El balance total dejó 308 arrestos, incluyendo posesiones de armas ofensivas, agresiones y delitos sexuales.

Además, más de 50 agentes denunciaron haber sido víctimas de agresiones durante el Carnaval, recibiendo desde puñetazos hasta agresiones sexuales.

«Es lamentable que la noche del lunes se haya visto empañada por actos de violencia graves. No podemos pasar por alto los apuñalamientos, agresiones sexuales y ataques a agentes de policía que hemos presenciado», dijo en un comunicado el subcomisario adjunto Ade Adelekan, que supervisó la operación policial.

El Carnaval de Notting Hill ha sido tradicionalmente un símbolo de la resiliencia y diversidad cultural de las comunidades londinenses.

Esta celebración, que nace como un espacio de desafío y cohesión comunitaria, creció y prosperó a pesar de las adversidades, consagrándose como uno de los festivales más destacados a nivel mundial.

No obstante, los incidentes de este año ponen en evidencia la necesidad de medidas adicionales para garantizar la seguridad de todos sus asistentes.

El Ministerio del Interior británico recordó que hay una serie de medidas para intentar enfrentar el uso de armas blancas pendientes de aprobación parlamentaria.

Se trata de iniciativas impulsadas inicialmente en abril que están pendientes de legislación y seguirán un proceso de consulta pública, consignaron los principales medios británicos.

Con las nuevas normativas, cualquier arma blanca con más de 20 centímetros de longitud que combine un filo liso afilado con un borde dentado, múltiples agujeros en la hoja o más de una punta afilada, será considerada como letal.

Este esfuerzo busca cerrar vacíos legales que, hasta la fecha, permitían la venta de ciertas armas peligrosas, siempre que no tuvieran características específicamente prohibidas.

Datos recientes de la Oficina Nacional de Estadística indican que los homicidios por apuñalamiento en Inglaterra y Gales alcanzaron cifras sin precedentes desde 1946, registrando un total de 282 homicidios con cuchillos o instrumentos punzantes solo hasta marzo de 2022, lo que supone un incremento del 19% con respecto al año anterior.

Entre las víctimas se encontraban 51 adolescentes de entre 13 y 19 años, según la emisora británica Sky News.