La entrega de cartas y paquetes en Alemania se vio afectada este lunes por una nueva huelga, la segunda en un mes, de empleados de la empresa de correos Deutsche Post en reclamo de un aumento salarial del 15% que permita ganarle al «monstruo de la inflación».

Las huelgas convocadas por el sindicato Verdi, que engloba a trabajadores de correos, se centraron este lunes en Berlín, Rostock y Bonn, entre otras ciudades, y este martes se sumarán Dortmund, Hamburgo, Saarbrücken, Núremberg, Frankfurt y Stuttgart.

«Quien piense que la exigencia del 15 % es demasiado alta, sencillamente no sabe hacer cuentas», gritó el presidente de Verdi, Frank Werneke, en el acto celebrado en Berlín ante varios centenares de huelguistas.

Para Werneke, la inflación de casi 8 % del año pasado y la prevista para este año que ronda entre 6 y 7 % suponen grandes pérdidas salariales reales.

«Queremos detener al monstruo de la inflación, queremos garantizar los salarios reales, porque nos lo hemos ganado», afirmó el sindicalista, informó la agencia de noticias alemana DPA.

«Todas las personas tienen derecho a una heladera llena y a un piso con calefacción», sostuvo y remarcó: «La alternativa, sufrir hambre o congelarse, no la aceptamos».

El sindicato reclama un 15 % más de salarios para los aproximadamente 160.000 empleados del sector de cartas y paquetes de Alemania.

Un portavoz explicó que Deutsche Post, que era estatal y se privatizó en la década de 1990, ya había informado una oferta para la próxima ronda de negociaciones colectivas del miércoles y jueves próximos y calificó las nuevas medidas de excesivas.

La empresa intentó aplacar las expectativas de los huelguistas, afirmando que para asegurar los puestos de trabajo en el negocio de la correspondencia y la paquetería, «no son justificables» aumentos de ingresos de la magnitud exigida por Verdi.

Según Deutsche Post, el resultado del negocio de correspondencia y paquetería está en claro declive y ya no es suficiente para costear las inversiones necesarias, al tiempo que declaró que el beneficio al que alude Verdi se genera en gran parte fuera de Alemania.

Verdi cifró en 8.000 el número de empleados que acataron la medida, mientras que Deutsche Post estimó que se trataba de unos 5.300.

Según un vocero de Deutsche Post en la ciudad de Bonn, una de las sedes que se sumó a la convocatoria del sindicato Verdi, el impacto fue menor que el registrado durante las huelgas que duraron varios días en enero.

Debido al volumen típicamente bajo de envíos a principios de semana, «solo se vieron afectados alrededor del 6 % del volumen medio diario de envíos de paquetes y solo alrededor del 2 % del volumen medio diario de envíos de cartas», agregó.

Este paro sucede a otra huelga de varios días que cumplieron los empleados del correo el mes pasado y que tuvo como consecuencia que no se entregase a tiempo el 20 % de los paquetes y el 9 % de las cartas.