La primera ministra británica, Liz Truss, anunció que el impuesto a las empresas subirá al 25%, tras destituir este viernes al ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, y dio marcha atrás en un programa de recortes fiscales.

En el «minipresupuesto» del 23 de septiembre, Kwarteng había dicho que el impuesto de sociedades se congelaría en el 19%, desechando la subida al 25% planeada por su predecesor, junto con una serie de otros recortes fiscales no financiados que desde entonces han agitado los mercados financieros.

Truss, que habló apenas unas horas después de despedir a Kwarteng, dijo que había decidido mantener la subida, una medida que fortalecería las finanzas públicas con 18.000 millones de libras (20.000 millones de dólares). «Tenemos que actuar ahora para tranquilizar a los mercados sobre nuestra disciplina fiscal», dijo la primera ministra en una conferencia de prensa.

Por otra parte, las empresas británicas no se han manifestado a favor de la congelación del impuesto de sociedades. Muchas dicen que la estabilidad política y económica es más importante para su capacidad de tomar decisiones y hacer negocios que la cantidad de impuestos que pagan.

Además, el programa de recorte de impuestos de 45.000 millones de libras (50.000 millones de dólares) que buscaba impulsar la economía castigó a la libra, obligando al Banco de Inglaterra a intervenir para estabilizar los mercados, además de una reacción política, que le costó el puesto a Kwarteng.

El recorte de Kwarteng a la tasa más alta del impuesto sobre la renta, otra parte de su minipresupuesto, ya había sido revertido a principios de octubre.