El diario New York Times verificó la autenticidad de los videos en los que aparece un grupo de, al menos, 11 militares rusos cautivos y desarmados que fueron ejecutados a manos de las tropas ucranianas.

Los autores del artículo, publicado este 20 de noviembre, analizaron el contenido de las grabaciones filmadas tanto por los efectivos de Kiev, como desde un dron. Asimismo, entrevistaron a dos expertos que explicaron qué es lo que pudo haber ocurrido. «Parece que la mayoría de ellos recibieron el disparo en la cabeza. Hay charcos de sangre. Eso indica que los dejaron allí muertos. Parece que no hicieron ningún esfuerzo por recogerlos o ayudarlos», remarcó Rohini Haar, asesora médica de la organización no gubernamental Physicians for Human Rights.

La experta subrayó que tras rendirse, a los soldados rusos se los considera «fuera de combate, o no combatientes, es decir, prisioneros de guerra». En esta línea, acentuó que lo ocurrido podría constituir una causa bajo el Estatuto de Roma que en 1998 constituyó la Corte Penal Internacional (CPI). Concretamente, el tratado estipula que «matar o herir a un combatiente que, habiendo depuesto las armas o careciendo ya de medios de defensa, se haya rendido a discreción» constituye una violación de las leyes de conflicto internacional armado, señala el diario.

«El intencional y metódico asesinato»

Los videos en cuestión, aparentemente filmados en la localidad de Makéyevka de la República Popular de Lugansk, empezaron a circular en la red el pasado 18 de noviembre.

El Ministerio de Defensa ruso comentó las grabaciones, tachándolas de «nuevas videoevidencias de la masiva sangrienta masacre por parte de los militares ucranianos de prisioneros de guerra rusos desarmados», que sacan a la luz la verdadera naturaleza «del actual régimen de Kiev, encabezado por Zelenski, y de aquellos quienes lo defienden y apoyan».

Desde el organismo subrayaron que «el intencional y metódico asesinato con disparos directos a la cabeza de más de 10 militares rusos inmovilizados » realizados por miembros de las Fuerzas Armadas de Ucrania, «no se conseguirá presentar como una ‘trágica excepción'» en el marco del supuesto cumplimiento por parte de Kiev de los derechos de los prisioneros de guerra.

Por su parte, el Comité de Investigación de Rusia abrió una causa penal y lanzó una pesquisa al respecto para identificar a los que filmaron las grabaciones.

Mientras, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) también procedió a estudiar los videos. La portavoz de la entidad, Marta Hurtado, declaró el viernes pasado a Reuters que las alegaciones deben ser investigadas de forma «rápida, completa y efectiva» para que los responsables rindan cuentas.

A su vez, la vice primera ministra de Ucrania para la Integración Europea y Euroatlántica, Olga Stefaníshina, comunicó el sábado que Kiev también tiene la intención de analizar el contenido. «Por supuesto, las autoridades ucranianas investigarán el video», remarcó la alta funcionaria, citada por AP. Agregó que es «muy poco probable» que las grabaciones publicadas demuestren las acusaciones de Moscú.