El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, denunció este jueves un intento de golpe de Estado luego de que el Estado Mayor militar del país exigiera su renuncia y de que el principal partido opositor le pidiera que abandone el poder para evitar «una guerra civil», situación que hoy era seguida «con preocupación» por Rusia.

Este jueves el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Armenia exigió la dimisión del primer ministro en protesta por la destitución del primer subjefe del organismo castrense, Tigrán Jachatrián, «por motivos miopes e irrazonables y sin tener en cuenta los intereses nacionales».

«Califico la declaración del Estado Mayor como un intento de golpe militar. Convoco a todos nuestros seguidores a la Plaza de la República ahora mismo. Pronto me dirigiré a la nación en una transmisión en vivo», escribió Pashinián en Facebook.

Más tarde declaró que dará un mensaje al país a las 16 (10 de la Argentina).

«Hablaré en la Plaza de la República a la tarde. Antes de eso vamos a congregarnos en la plaza. La policía y las fuerzas del orden velarán por la seguridad del mitin», afirmó, citado por la agencia de noticias Sputnik.

Este miércoles el presidente armenio Armen Sarkissián, por sugerencia del primer ministro, apartó a Jachatrián, quien se había reído de las palabras de Pashinián sobre los sistemas de misiles Iskander.

Pashinián dijo que los misiles «no llegaron a detonar o lo hicieron al 10 por ciento» durante el conflicto en Nagorno Karabaj el año pasado. El primer ministro comentó así las palabras del expresidente armenio Serzh Sargsián acerca de que el Ejército debería haber utilizado los Iskander al principio de las hostilidades.

En tanto, el principal partido opositor armenio llamó este jueves a Pashinian a aprovechar su «última oportunidad» de partir del poder sin violencia y evitar «una guerra civil», refirió la agencia de noticias AFP.

«Llamamos a Nikol Pashinian a no llevar al país a una guerra civil y un derramamiento de sangre. Pashinyan tiene una última oportunidad de partir sin que haya problemas», afirmó el partido Armenia Próspera, principal fuerza de oposición, tras el pedido del estado mayor del ejército para que el primer ministro renuncie.

Por su parte, Rusia llamó hoy a los armenios a la calma, declaró el portavoz presidencial Dmitri Peskov, quien afirmó que el Kremlin «sigue con preocupación la situación en Armenia».

«Por supuesto, llamamos a todos a la calma, suponemos que la situación debe mantenerse en el marco constitucional», dijo Peskov.

A la vez subrayó que la crisis política en Armenia «es un asunto interno» del país, consignó Sputnik.

El portavoz dijo que Moscú y Ereván todavía no han tenido contactos sobre la situación pero pueden organizarlos de manera operativa.

También, destacó la importancia de Armenia para Rusia en la cooperación en la Unión Económica Euroasiática, la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva y la Comunidad de los Estados Independientes de las que ambos países forman parte.

«Es una línea de colaboración importante, claro que ahora queda pendiente la tarea muy importante de seguir ejecutando las cláusulas del documento trilateral para solucionar el conflicto en Nagorno Karabaj firmado hace unos meses», agregó Peskov.