El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, llegó hoy a la ciudad «liberada» de Mosul y felicitó a los combatientes y al pueblo iraquí por la «gran victoria lograda» sobre el Estado Islámico (EI), pese a que altos mandos militares señalaron que algunos yihadistas aún resisten en el casco antiguo de la ciudad.

Según indicó la oficina de información del jefe de gobierno en un tuit de su cuenta oficial, «el primer ministro, Haidar al Abadi, llegó a la ciudad liberada de Mosul y felicitó a los combatientes heroicos y al pueblo iraquí por la gran victoria lograda».

El anuncio llegó después de una ofensiva militar de más de nueves meses y que agravó las condiciones de vida de los habitantes de la ciudad.

Se espera que Al Abadi anuncie en persona la derrota del EI en las próximas horas, después de que varios responsables militares aseguraran desde ayer que el fin de los extremistas era inminente y de que fuentes oficiales consideraran «liberada» a la segunda ciudad en importancia del país.

Sin embargo, el comandante de las Fuerzas Antiterroristas iraquíes, Ali Awad, aseguró hoy a la agencia de noticias EFE que combatientes del EI todavía resistían en unos centenares de metros cuadrados en el casco antiguo de Mosul, en la zona de Al Midan.

Awad agregó que los combates estaban siendo muy violentos y advirtió que todavía quedaban cientos de familias en la zona donde resistían los yihadistas, que habían multiplicado en los últimos días el uso de suicidas con explosivos en los enfrentamientos.

En este sentido, el vocero de la Comandancia de Operaciones Conjuntas, Yehia Rasul, declaró ayer que las autoridades anunciarían «la victoria frente al grupo terrorista (EI) en las próximas horas, después de limpiar (de explosivos) todas las zonas de Mosul».

La ofensiva para expulsar al EI de Mosul y de toda la provincia de Nínive, en el norte de Irak, comenzó en octubre de 2016 y desde entonces las tropas iraquíes, apoyadas por milicias y por el ejército kurdo «peshmerga», arrebataron a los extremistas amplios territorios que habían ocupado en el verano de 2014.

La victoria declarada en Mosul marca un hito épico para las fuerzas de seguridad iraquíes, que se habían desmoronado ante la ofensiva yihadista en Irak en 2014 que capturó buena parte del territorio del país y proclamó el Califato entre Irak y la vecina Siria.

Pero el grupo yihadista, que enfrenta ofensivas gemelas respaldadas por una coalición liderada por Estados Unidos en ambos países, perdió desde entonces grandes partes del territorio que supo controlar.