El primer ministro iraquí Haider al Abadi ordenó el jueves la ejecución inmediata de los yihadistas condenados a muerte, en represalia por el asesinato por parte del grupo Estado Islámico (EI) de ocho hombres cuyos cuerpos fueron hallados el miércoles.

Abadi «ordena el castigo inmediato de los terroristas condenados a muerte y cuyas penas han llegado al grado decisivo» declaró en un comunicado, en alusión a que todas las apelaciones de los reos han sido agotadas y la pena capital ratificada por la presidencia de la República.

Esto implica la muerte de unas 300 personas, entre ellas mujeres y extranjeros, que fueron condenados por formar parte del EI, según datos del poder judicial divulgados en abril.

Además hay otro tanto número de yihadistas condenados a cadena perpetua. La mayoría de esas personas son turcos u oriundos de exrepúblicas soviéticas.

«Nuestras fuerzas de seguridad y militares tomarán cumplida venganza contra esas células terroristas», aseguró Abadi ante altos mandos militares. «Prometemos matar o detener a aquellos que cometieron este crimen», añadió.

Los cadáveres fueron hallados en Tel Sharaf, en la provincia de Salaheddin. Estaban en estado de descomposición y tenían cinturones cargados de explosivos, indicó el ejército.

Seis de los secuestrados habían aparecido en un video del EI brutal, en el que aparecían muy golpeados. El grupo explicó que se trataba de policías iraquíes o miembros de la fuerza paramilitar Al Shaabi.

En el video, difundido el sábado pasado, los yihadistas amenazaban con ejecutar a sus rehenes si el gobierno no liberaba en tres días a mujeres sunitas detenidas. Sin embargo, Abadi, aseguró que los cadáveres indicaban que los cautivos ya estaban muertos cuando el video fue difundido por el arma propagandística del EI.

Irak anunció la derrota del EI en diciembre pasado, tras una sangrienta campaña que implicó la destrucción de ciudades como Mosul.

Sin embargo, el grupo mantiene su presencia en zonas desérticas fronterizas con Siria.