Los líderes del G20 inauguraron hoy en Buenos Aires una cumbre marcada por las fuertes controversias que enfrentan al presidente estadounidense, Donald Trump, con Rusia y China, entre otros factores que amenazan los esfuerzos para llegar a un documento final consensuado.

También se ciernen sobre esta cumbre la polémica por la política que Trump defiende en materia ambiental.

Diplomáticos del G20 discutían hoy a contrarreloj el comunicado de cierre de la cumbre, en medio de diferencias sobre qué referencia hacer al Acuerdo de París sobre Cambio Climático, del cual Trump retiró a Estados Unidos.

Lo mismo ocurre con menciones a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que el jefe de la Casa Blanca quiere reformar, informó la CNN.

La cadena de noticias estadounidense, que citó a dos diplomáticos de la Unión Europea (UE) no identificados, apuntó que ante la posibilidad de que no haya un comunicado final de consenso, los europeos buscaban cerrar filas.

En este sentido, conjeturó que la UE podría hacer una declaración propia, por separado a la de la cumbre, si no se logra sumar a Estados Unidos.

El presidente Maurico Macri dio la bienvenida a los mandatarios del G20  – sin Trump, cuya ausencia nadie explicó – en una ceremonia en el complejo de Costa Salguero, frente al río de la Plata, donde se llevarán a cabo los dos días de deliberaciones.

El asesinato de un periodista saudita en el consulado de su país en la ciudad turca de Estambul también amenaza con empañar una cumbre a la que asisten los líderes de Arabia Saudita y de Turquía, luego de que el Macri dijera que ese crimen estará «sobre la mesa» en reuniones bilaterales y quizás también en la reunión general.

Arabia Saudita ha negado que su príncipe heredero, Mohamed bin Salman, quien preside la delegación saudita en Buenos Aires, haya ordenado el crimen cuando se sospecha que sí lo hizo. Khashoggi residía en Estados Unidos y había escrito artículos críticos del príncipe en el diario The Washington Post.

Trump comenzó la cumbre anotándose una gran victoria para su agenda de «Estados Unidos Primero» con la firma en Buenos Aires del nuevo acuerdo comercial entre su país, México y Canadá que reemplazará al antiguo Nafta bajo el nombre de Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

Aunque el tratado hereda partes clave del anterior (NAFTA), Trump lo presentó hoy como «el acuerdo comercial más moderno y equilibrado de la historia».

Trump llegó a la cumbre del G20 después de cancelar la reunión prevista para el sábado con el presidente ruso, Vladimir Putin, a modo de protesta por la captura por Rusia de tres barcos militares de Ucrania, otra de las cuestiones internacionales conflictivas que sobrevolarán los dos días del G20.

La cumbre se centrará en empleo, infraestructura y seguridad alimentaria en medio de intentos diplomáticos por evitar otros asuntos sobre los que siempre había habido consenso dentro del foro pero ahora enfrentan a Estados Unidos y la UE.

Se trata de cuestiones de comercio y cambio climático, tema este último que casi hace fracasar la anterior cumbre del G20, celebrada el año pasado en la ciudad alemana de Hamburgo.

En busca de asumir el liderazgo en el G20 contra el proteccionismo de Trump y su descreimiento en el calentamiento global, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el jueves que planea convocar una reunión con sus pares europeos en Buenos Aires para forjar un frente común contra «todos los desafíos» que afronta esta cumbre.

Luego del cierre de la cumbre del G20, el presidente de Estados Unidos tiene previsto encontrarse mañana con su par de China, Xi Jinping, en medio de la guerra comercial con la que apunta a que acepte reformas que favorezcan el acceso de productos y compañías estadounidenses al mercado chino.

Luego de imponer enormes aranceles a productos chinos y de amenazar con aumentarlos drásticamente en enero, Trump dijo el jueves que estaba «muy cerca» una tregua en esta disputa, pero luego lo puso en dudas.

«Creo que China quiere acordar. Estoy abierto a un acuerdo pero francamente a mí me gusta el acuerdo que tenemos ahora», dijo el jefe de la Casa Blanca.