El Departamento de Energía de Estados Unidos, aprobó, por el término de 20 años, la venta anual de 4 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL) al gigante petrolero Sinopec del régimen comunista chino.

En medio de la crisis energética que afronta el Partido Comunista de China (PCCh) este busca cubrir el déficit duplicando la cantidad de gas que ya importa de proveedores estadounidenses, según publicó Reuters.

Desde principios de septiembre el régimen chino se enfrenta a una crisis energética que provocó que los precios del carbón y el gas se disparen a niveles sin precedentes. Como consecuencia, este déficit generó apagones generalizados que perjudicaron los motores económicos chinos.

La grave escasez también causó que el PCCh aplicara cortes de energía a gran escala en fábricas y hogares. Asimismo, el cierre de fábricas textiles, siderúrgicas y de otro tipo y la caída de la producción provocaron un efecto dominó que interrumpió las cadenas de suministro mundiales.

Para aliviar la necesidad se empezó a utilizar alrededor de 1 millón de toneladas de carbón australiano, que estaba almacenado por la prohibición de utilizarlo tras las fricciones entre los dos sistemas.

Esta prohibición contribuyó al déficit energético que afecta al país, sin embargo el PCCh aún no reinicia las importaciones del que fuera su segundo proveedor después de Indonesia.

“Sin la reanudación de las importaciones de carbón australiano, la escasez de suministro se mantendrá durante algún tiempo, ya que se necesita tiempo para impulsar la producción nacional después de casi cinco años de restricciones a la producción”, dijo un operador con sede en Pekín.

Y agregó: “No soy optimista. La escasez durará al menos hasta el cuarto trimestre y posiblemente hasta después de febrero o marzo, cuando termine la temporada de calefacción”.

Por otro lado, las autoridades chinas ordenaron a casi 70 minas de carbón de Mongolia Interior que aumentaran la producción en unos 100 millones de toneladas, o un 10%, para aumentar la capacidad de producción y dar prioridad al suministro de carbón a las centrales eléctricas de las provincias del noreste, incluida Liaoning.

En este sentido, los analistas de Nomura Holdings predicen que la economía china se contraerá este trimestre debido a la escasez de energía. Las previsiones de crecimiento para el tercer y cuarto trimestre del año bajaron al 4,7% y al 3%, frente a las estimaciones anteriores del 5,1% y el 4%, respectivamente.

La previsión de crecimiento para todo el año también se recortó del 8,2% al 7,7%. Goldman Sachs revisó a la baja su previsión de crecimiento para el tercer trimestre en China, que pasó a ser plana frente al 1,3% del trimestre anterior.

En el contexto mundial el déficit energético es igualmente inquietante, en Europa el gas es fundamental para la calefacción y la fabricación industrial, y su precio se disparó lo mismo que el de la electricidad, el carbón y el petróleo.

Para el 5 de octubre “el contrato de gas holandés TTF de referencia para el primer mes superó los 100 euros (unos 116 dólares), sobrepasando los 107 euros por megavatio, lo que supone un salto de más del 14% en el día y su precio más alto”, informó Fortune.